• 23/04/2016 02:02

Plutocracia frente a meritocracia

Hace poco más de 250 años se dijo que ‘nada es tan peligroso como la influencia de los intereses privados en los negocios públicos'

Hace poco más de 250 años se dijo que ‘nada es tan peligroso como la influencia de los intereses privados en los negocios públicos ', situación que se viene presentando en la administración gubernamental panameña desde el nacimiento —112 años— de la República. Predominio cada vez más grosero e indignante, porque propicia la desigualdad, la exclusión y pobreza de las grandes mayorías nacionales, a cambio de la opulencia parasitaria de unos cuantos pelafustanes, cuyo único mérito es quizá el que sus padres o abuelos fueron los fundadores de un exclusivo club privado de Paitilla.

Y, aunque se haya repetido hasta el cansancio —particularmente después de la invasión estadounidense a Panamá (1989)— que en nuestro país se instauró un régimen democrático, nada hay más engañoso que dicha aseveración, porque la realidad fue la vuelta de los ‘intereses privados en los negocios públicos ' o, dicho de otra forma, el retorno al poder de la oligarquía (grupo de personas unidas por lazos familiares, de negocio y vinculadas por el cohecho, generalmente pertenecientes a una misma clase social), esto es, el Gobierno de la macuquina o plutocracia.

Lo que hemos vivido los panameños en los últimos 20 años es un verdadero infierno de corruptela y degradación de la gestión pública, no solo por el descarado despilfarro de la hacienda pública y el latrocinio indiscriminado del erario, sino por la ‘maleantería ' política que denota el desprecio por la inteligencia popular, como en la antigüedad en la que optimates no quería decir el Gobierno de los mejores sino el de los más poderosos. Así ocurre en la actualidad nacional, le pretenden hacer creer a los panameños de a pie que la democracia de pacotilla que exhibe hoy la oligarquía plutocrática es un Gobierno del pueblo y de los mejores.

He allí el fondo de la crisis que agobia al pueblo panameño ahogado en dos mares de riquezas mal habidas por unos cuantos y producida con la sangre, sudor y esfuerzo de todos. Por ejemplo, nuestro Canal ampliado. El panameño está urgido de optar por un Gobierno que sea la expresión general o popular y no de unos pocos que confunden los haberes del Estado con las riquezas privadas. Un Gobierno donde dominen las mentes más ilustradas y no que se llegue por el padrinazgo oligárquico.

Pero se puede convertir esta utopía en una realidad política en las actuales circunstancias, por supuesto que no. Con un Gobierno de la oligarquía para la oligarquía, no se puede instaurar un régimen orientado por la voz del pueblo, por eso constituye una confabulación oligárquica plutocrática elegir Gobierno con las actuales reglas del juego político. J. J. Rousseau aconseja que ‘es importante que una elección opuesta (Constituyente Originaria) enseñe y demuestre al pueblo que, en el mérito de los hombres [y mujeres], hay razones de preferencia más importantes que las que otorga la riqueza '. De modo que hay que deshacer la actual estructura del Estado dominado por una oligarquía plutocrática y, entre otras cosas, trocar las entelequias de partidos políticos existentes en reales partidos políticos que expresen ‘el pluralismo político, concurran a la formación y manifestación de la voluntad popular '. Extinguir el instrumento de dominio oligárquico plutocrático en que han convertido el Tribunal Electoral, los tres mosqueteros de la oligarquía, mal llamados magistrados. Un Gobierno que realmente exprese la voluntad general del soberano popular, constituido por cuatro órganos independientes (Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral).

Todo lo anterior solo es posible a través del llamado a una Constituyente Originaria, obsérvese que las 4 constituciones que ha tenido la República han sido erigidas bajo este parámetro político, por lo que no constituye ninguna novedad imposible de realizar. Un Gobierno fundamentado en la ‘meritocracia ' o continuar con la pesadilla política del infernal Gobierno oligárquico plutocrático. ‘To be, or not to be, that is the question '. ‘It Is Written !'

ABOGADO Y ANALISTA POLÍTICO.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones