• 02/05/2009 02:00

Gente importante

La prensa nos presenta cada día a hombres y mujeres famosos.. Personajes del hoy, esos que escriben la historia con opciones dramáticas...

La prensa nos presenta cada día a hombres y mujeres famosos.

Personajes del hoy, esos que escriben la historia con opciones dramáticas y decisivas. Personajes del ayer, a los que recordamos en un aniversario o cuando llega la noticia de su muerte.

Gente importante: empresarios, militares, guerrilleros, pensadores, literatos, deportistas.. Gente que ha sido conocida, de la que se ha hablado durante meses o años. Gente que ha dejado huella en la historia.

Otros muchos, la inmensa mayoría, viven una vida sencilla, oculta, sin ninguna importancia aparente. Son oficinistas encerrados horas y horas en un despacho. Son obreros que ajustan piezas de coches en una fábrica.

Son campesinos que miran al cielo en espera de lluvia mientras arrojan la semilla entre los surcos. Son padres y madres de familia que besan a sus hijos, los visten, los cuidan y les dan comida, medicinas y consejos.

No aparecen en la prensa. No son protagonistas del cine. No ganan premios de fórmula uno o la copa mundial de fútbol. Sin embargo, tejen, con hilos finos, parte de la trama del mundo, pequeñas notas de esa vida hecha de mil colores, penas y alegrías. Sus corazones laten para lo ordinario, y con lo ordinario llenan de esperanza y de cariño la vida de millones de casas y chabolas en casi todos rincones de la tierra.

A la luz del amor y de la entrega se ve quién es realmente grande, quién es “gente importante”.

No vale la pena ser fuego de hojarasca o fulgor de pirotecnia.

No sirve para nada tener un lugar en los manuales de historia, en las páginas de la prensa, y no haber dado amor a quien vivía a nuestro lado.

Solamente importa darse a otros, ser fiel a la esposa o al esposo, dar cariño a los padres ancianos y a los hijos, al vecino y a ese enemigo que, quizá, necesita sentir el amor de Dios a través del perdón que le ofrece un corazón bueno.

-El autor es sacerdote y filósofo. Roma, Italia.fpa@arcol.org

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