La hija de Cayetana

Carmen Posadas publica La hija de Cayetana , novela de ficción, histórica, ambientada entre los siglos XVIII-XIX. Impresionada al ver dos cuadros de Goya que hiciera a María de la Luz la negrita regalada, adoptada por la XIII duquesa de Alba, quien la crío como si fuera su propia hija.

Posadas investigó, con el fin de sacar un bestseller sobre la hija de la duquesa, la desigualdad entre los esclavos y la aristocracia española, estudió vida y obra de Francisco de Goya, amante de la duquesa, testigo de una época de corrupción clerical, Inquisición, esclavitud, podredumbre político-social escandalosa, plasmada sarcásticamente en sus lienzos burlándose de la pomposa, decadente y corrupta corte de Carlos IV, dominado por la reina María Luisa, enamorada del joven Manuel Godoy, primer ministro, amante de la reina, hombre más poderoso del reino, que atesoraba una envidiable colección artística, la reina era enemiga, rival de Cayetana, cruel e implacable, pretendían los mismos amantes. Está documentado un incendio en la biblioteca de la duquesa de Alba, provocado por orden de su alteza.

Contrasta la vida de las dos madres: Trinidad, esclava de una plantación cubana, despojada de su hija, fruto del amor de juventud con Juan García, guapo joven de una familia antigua arruinada, casado con una mujer adinerada trece años mayor, viajan a Europa, desaparece en un naufragio, llega a costas españolas, es recogido por otra matrona, prestamista, veinte años mayor, que lo mantiene, el típico chulo vividor de mujeres.

Después de muchos años de sufrimiento, esperando el reencuentro, Trinidad lo halla, descubre que la vieja lo manipula, esta al encontrarlos juntos, acaba metiéndo a Trinidad, acusada de robo, y a Elisa, meretriz filipina para quien trabaja, en la cárcel por manejar una red de prostitución. Trinidad es liberada gracias a un indulto, consigue ver a su hija que vive en opulencia con la duquesa de Alba. La niña quería conocer a su madre biológica, inducida por la hija de los sirvientes a una colonia de negros, en el camino se pierde, casi muere, es rescatada, curada por las negras con hierbas, llega a conocer a su verdadera madre, regresa con la duquesa.

Cayetana pertenece a la aristocracia más rancia de España, casada con su primo José Álvarez de Toledo, llevó una vida desenfrenada, promiscua, fue modelo de Goya. Frívola, extravagante, estéril, mantuvo amores con toreros, artistas y otros, una de las mujeres más liberadas, cultas e influyentes de su tiempo, vestía de maja. Era común que las aristócratas tuvieran amantes, los matrimonios estaban arreglados, los esposos eran para exhibición. Se estilaba que regalaran negritos como animales domésticos, los disfrazaran, de allí nace la Corte de los milagros, una colección de seres deformes, personajes de circo, que mantenía en jaula en uno de sus castillos para entretenerse: una enana, un tipo grandulón, otra negrita que debía cantar en francés y otras rarezas, creando su propio espectáculo. La duquesa muere a los cuarenta años, dejando una herencia considerable a su hija, dinero y renta vitalicia.

Expone la vida de los esclavos llegados de las costas africanas, la magia, la religión sincrética afroantillana, las prostitutas, la aristocracia. Crean dentaduras postizas que le pegaban en las encías, confeccionadas con dientes de soldados muertos por el dentista Antonio Satelices. Reinaba la Inquisición y la esclavitud, el genocidio, abusos de los derechos humanos.

Escenas crudas de sexo abundan: amos santurrones abusan de sus esclavas, explotan, maltratan, azotan, resalta la vida de una prostituta filipina cincuentona, vestía de adolescente, tenía toda una serie de instrumentos sexuales, disfraces, pelucas, juegos eróticos, para satisfacer los gustos, perversiones de los hombres que le pagaban muy bien.

Bibliografía: Posadas, Carmen, La hija de Cayetana , Espasa, 2016.

PSICÓLOGA, ESCRITORA Y DOCENTE UNIVERSITARIA.