• 01/04/2022 00:00

La huelga, derecho de los trabajadores

“Los compañeros del Suntracs han señalado que el objetivo es la convención y no la huelga, pero la tozudez y apetito rapaz de empresarios, [...], no les deja otra salida”

Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. Es un útil recurso para cualquier trabajador que tenga o sufra una precaria situación laboral. El derecho a huelga es irrenunciable e invalida cualquier cláusula que obligue a renunciar a este en convenciones colectivas, contractos o relación laboral alguna. En Panamá, la Constitución y el Código de Trabajo reconocen el derecho.

La clase obrera panameña está sumida en el desempleo, informalidad laboral, bajos salarios, pobreza, inseguridad laboral, mientras la patronal sigue amasando cuantiosas ganancias, como producto del proceso de sobreexplotación a la fuerza de trabajo, profundizado con el modelo de flexibilización laboral que se impone en el país.

La pesada carga de la crisis la lleva el pueblo humilde y trabajador. Sobre nuestros hombros y los de nuestras familias se hace recaer el costo económico de los desmanes de la administración pública y del apetito voraz de los empresarios. La realidad material revela indefensión ante el alto costo de vida, la merma del poder de compra de los salarios. Este escenario de pauperización creciente, es resultado de la avaricia, mezquindad y falta de humanidad de los empresarios, que se niegan a reconocerle derechos a los trabajadores y salarios justos.

Varias han sido las organizaciones sindicales en Panamá que, en los últimos meses, han tenido o están llamando a acudir a la huelga ante la tozudez de la patronal (Ver caso de trabajadores de Bimbo, COPA, Capac, y trabajadores de la salud). La huelga no es un conflicto, sino un medio de presión utilizado con vistas a la solución de un conflicto; es más, es el último recurso para superar las diferencias e incumplimientos relativos a los derechos laborales y sindicales.

El derecho de huelga es uno de los medios legítimos fundamentales de que disponen los trabajadores y sus organizaciones para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales, y es la base jurídica que obliga a los poderes públicos a dotar al ejercicio del derecho de huelga de las más amplias garantías para su efectividad, tal como se deriva del Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación de la OIT.

La huelga es una de las garantías sociales en el sistema de derechos humanos, lo que le concede una relevancia jurídica como mecanismo de presión “dirigido a la obtención de ciertos objetivos” ligados al trabajo y, por tanto, a la consecución de una vida digna, a tal punto de reconocerle la categoría de derecho. A pesar de esta clara consagración, empresarios y Gobiernos se empeñan en impedir el ejercicio de este derecho y en criminalizarlo.

¿Por qué los trabajadores declaramos la huelga? Porque nuestros derechos humanos son violados de manera sistemática, porque se niega el derecho a empleo digno y salarios justos, a pesar de que son los obreros los que crean las riquezas nacionales.

En el caso de los trabajadores de la construcción, la Capac, cuyas empresas tienen asegurados miles de millones de dólares en contratos con el Gobierno y el sector privado para los próximos años, solo ofrece centavos de incremento salarial por hora a los trabajadores.

Los compañeros del Suntracs han estado en la mesa de negociaciones por una nueva convención colectiva, a fin de alcanzar reivindicaciones que propendan a trabajo digno y salario justo, así lo demuestran las propuestas presentadas, que evidencian que, mientras las actividades económicas se recuperan y empresarios obtienen ganancias, el poder de compra de los salarios es cada vez menor. La Capac, a quien no le ha interesado presentar propuestas serias (más allá de los dos centavos), se ha inmiscuido en las decisiones asumidas por los trabajadores en varias asambleas generales convocada por el Suntracs, lo que evidencia que un sector de la cúpula de la Capac quiere confrontación, no le interesa resolver este diferendo, para obtener beneficios económicos y políticos adicionales (su intención de renegociar deudas con los bancos y chantajear para adquirir obras públicas).

El Suntracs lucha por una convención colectiva que permita a los trabajadores bienestar humano, y advierte que, de no lograrse un acuerdo, ejercerá su legítimo derecho de huelga nacional a partir del 4 de abril. Los compañeros del Suntracs han señalado que el objetivo es la convención y no la huelga, pero la tozudez y apetito rapaz de empresarios, que han logrado acumular ganancias extraordinarias, gracias al sudor de los obreros, no les deja otra salida.

Conusi-Frenadeso.
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