• 01/10/2012 02:00

Algo de reciente historia del TE (II)

La reconstrucción democrática en 1989 no fue fácil. Tras la proclamación de Endara como presidente y la instalación temporal del nuevo g...

La reconstrucción democrática en 1989 no fue fácil. Tras la proclamación de Endara como presidente y la instalación temporal del nuevo gobierno en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en la ave. Perú (hoy Gobernación de Panamá), se hacía necesario rehacer las elecciones legislativas. Se buscaron copias de las actas por todos lados y se constituyó una especie de comando, que funcionó en mi residencia, en el edificio Plazamar en la vía Italia de Punta Paitilla, —lugar donde todavía vivo—, Billy Ford era mi vecino y donde Endara y Arias Calderón pernoctaron por varios días después de la invasión.

Allí se revisaron las actas junto con Gabriel Cedeño del PDC y Miguel Batista del Panameñismo; había que determinar los ganadores para la instalación de la Asamblea del ‘90. El presidente del Partido Liberal, Arnulfo Escalona, le dijo a uno de sus candidatos en Colón que me viera si tenía algo que reclamar; previendo lo peor pedí a mi esposa e hijos que se fueran de la casa. En efecto, las copias de actas mostradas estaban totalmente alteradas: tinta diferente, números sobrepuestos, etc. Le reclamé a Escalona, y me dijo: ‘yo no le podía decir lo que tu dijiste; es de mi partido’. Varias curules que no estaban claras, como Darién, San Francisco de Veraguas, Costa Arriba de Colón y Chame-Capira hubo que repetir las elecciones después de la instalación legislativa.

El Tribunal Electoral lo integraron Eduardo Valdés, cuyo padre era fundador del Molirena; Dennis Allen Frías, por el Panameñismo y Guillermo Márquez Amado por el PDC. Prácticamente tuvieron que trabajar desde cero. En poco tiempo, y con las elecciones parciales hechas para completar la Asamblea les bastó para ganar la reputación perdida durante tantos años de subordinación a los cuarteles y los políticos de turno.

En el gobierno de Pérez Balladares se nombra al remplazo de Márquez Amado en la persona de Erasmo Pinilla, exviceministro de Gobierno en tiempo de los militares y secretario general de la Asamblea Legislativa cuando se dio la irregular destitución del presidente Eric Arturo Delvalle —se falsificaron dos credenciales de suplentes para poder lograr el quórum requerido—; cuentan que fue Gerardo González quien impulsó a Pinilla. A Eduardo Valdés volvió a ratificársele en el gobierno Moscoso y a Dennis Allen se le venció su período durante el gobierno de Torrijos. Lo remplazó por seis años Gerardo Solís, a la sazón fiscal electoral, a pesar de que la candidata del presidente era Yara Campos.

Cuentan que al finalizar el período de Valdés, Torrijos nombraría a Allen de vuelta. Sin embargo, todo indica que Pinilla le convenció para que mantuviera a Valdés, a quien hubo de llamar de su retiro de dos meses para que asumiera el cargo nuevamente.

Lo que se escucha en la OEA de nuestro Tribunal Electoral es positivo: es el único organismo electoral en el continente con clasificación ISO. A gente de allí se le pide ayuda para ayudar a otros entes electorales. Lo que es una realidad indiscutible, es que en tiempos de democracia no haya habido ninguna irregularidad ni reclamos contra la institución en las elecciones que llevaron a la Presidencia a Ernesto Pérez Balladares, a Mireya Moscoso, a Martín Torrijos y a Ricardo Martinelli.

ABOGADO Y POLÍTICO.

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