La industria minera en Panamá y la ciudadanía

La mayoría de la ciudadanía panameña está en descontento por la aprobación que el órgano legislativo otorgó a la minería a cielo abierto, aunque el presidente Laurentino Cortizo anunciara moratoria mediante un próximo Decreto Ejecutivo. Es bueno todo esto porque hemos visto fuerte cohesión entre la mayoría de los sectores sociales para salvaguardar los recursos naturales de Panamá tanto renovables como el suelo y el agua, y los no renovables como los minerales sea cobre, oro, manganeso entre otros.

Pero ¿que es ciudadanía? La cualidad y derecho de ciudadano; conjunto de los ciudadanos de un país; y, comportamiento propio de un buen ciudadano. ¿Qué es un ciudadano(na)? Natural o vecino de una ciudad; perteneciente o relativo a la ciudad o a los ciudadanos; persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes; hombre bueno; habitante libre de las ciudades antiguas; y, si es ciudadano del mundo, persona cosmopolita. Con estos significados de ciudadanía y ciudadano, usando mis derechos políticos, como habitante libre, activo y cosmopolita hago el siguiente análisis sobre el conflicto sociopolítico e industrial actual, “La minería a cielo abierto en Panamá”, abordando el comportamiento de la ciudadanía, las medidas de mitigación en la industria minera, y el futuro de la industria minera.

Natales o naturalizados, ciudadanos concientes del peligro para los recursos naturales renovables paralizan el país para exigirle a los tres órganos de gobierno, ejecutivo, legislativo y judicial, la revocatoria a la aprobación de la ley minera. La ciudadanía panameña ha hecho su trabajo aquí y en otros países. Hay pérdidas económicas reflejadas principalmente en la pequeña y mediana empresa nacional, lo más seguro es que las grandes empresas e industrias posean seguros que cubran estos menesteres sociales, y sus empleados devengan su salario normalmente. Los estamentos de seguridad pública, principalmente la Policía Nacional, también han hecho bien su labor tratando de restaurar el orden social y principalmente protegiendo los bienes y servicios tanto públicos como privados, porque ellos como ciudadanos, además de responder a la constitución política de Panamá poseen una ley interna a la cual se deben ceñir y en tal ley salvaguardar el orden público, así como los bienes públicos y privados y salvaguardar a la ciudadanía impera internamente. Bueno también fue el intento de ciudadanos en lanchas y botes para acceder al Puerto de Punta Rincón, ya que de la misma manera hizo la industria minera para acceder a nuestros recursos en este caso usando el vehículo del dinero.

Lo malo ha sido la usurpanza de algunos ciudadanos aprovechando el 'momentum' para vandalizar negocios, lo malo es el exceso de fuerza antidisturbios y policíaca ante ciudadanos que protegen los recursos naturales panameños. Ha existido balance a una escala de mayor magnitud y ese balance hace al presidente Cortizo aplicar mediante Decreto Ejecutivo próximo la moratoria. Pero la sociedad, el pueblo mejor dicho, solicita la derogacion de la ley. Tenga en claro algo. Si usted no es del gobierno usted es del pueblo, sea pobre, rico o millonario, si no es del gobierno o miembro del Estado, usted es del pueblo. Este es un país democrático y falta el equilibrio democrático entre el gobierno, el pueblo, el Estado y las industrias que a través de los mecanismos gubernamentales brindan servicios económicos y de otra índole tanto al pueblo, como al gobierno, al Estado y a las propias industrias. ¿Y los servicios al territorio nacional, a los recursos naturales?

La industria minera ha sido necesaria para nuestro desarrollo en el pasado y en la actualidad, refiérase al artículo “Una reflexión sobre la discusión minera y Panamá”, publicado en La Estrella de Panamá recientemente para darse cuenta. La principal problemática de la industria minera son las falencias en las medidas de mitigación. Hay ejemplos de otros países y de aquí mismo de la deforestación masiva, devastación de la calidad del suelo, de la calidad del agua y del deterioro del equilibrio ecosistémico por la manera como se explota el mineral a cielo abierto. La deforestación puede revertirse siempre y cuando la calidad del suelo y del agua se restablezca. Un detalle importante es el cianuro. Canalizar subterráneamente el río Indio para abastecer de agua a las comunidades aledañas fue una muy buena medida para evitar la contaminación del agua para uso humano. Sin embargo, es necesario la conciencia seria para realizar un trabajo de mitigación serio ante la problemática del cianuro usado en la industria minera. Quizás ni se necesite usar cianuro para la obtención de mineral.

Aquí yo propongo, para equilibrar la democracia actual, que la industria minera acepte una “estática física” de su industria para un modelo experimental de restauración ecosistémica en Molejón y zonas aledañas. Podría incluir zonas afectadas en otros países con redes de trabajo e intercambio de ideas. Eso implicaría principalmente la mitigación del uso del cianuro y otros compuestos químicos en la minería y la restauración de la calidad del suelo y del agua para una reforestación efectiva. Pero a conciencia, con expertos reales en investigación y estudiantes y personas realmente interesados en resolver estas consecuencias de la industria minera. Así retrasaríamos el calentamiento global, la guerra, y restauraríamos la dinámica socioindustrial de Panamá. Claro que un plebiscito nacional para decidir el futuro de la minería en Panamá es una gran idea. Hay que moverse juntos todos los ciudadanos activamente involucrados en estas temáticas. Felicidades pueblo panameño, Gobierno y estado nacional y a la industria minera por esta reunión.