• 01/04/2021 00:00

Infiltración marxista en el partido democrático

“[…] el socialismo de hoy y la democracia/capitalismo estadounidense, simplemente no son compatibles, y los Estados Unidos no puede mantenerse como una nación con dos entendimientos tan radicalmente diferentes […]”

“La meta del socialismo es el comunismo”, Vladimir Lenín.

En el libro “Socialist Trauma”, el autor señala que “a principios de la década de 1930, cuando se volvió muy impopular y peligroso ser descubierto como miembro del Partido Comunista de América, los miembros decidieron unirse a las bases del Partido Demócrata”.

En un discurso en 1944, Norman Thomas, el seis veces candidato del Partido Socialista a la Presidencia de Estados Unidos, dijo lo siguiente: “El pueblo estadounidense nunca adoptará conscientemente el socialismo, pero, bajo el nombre de “liberalismo”, adoptará cada fragmento de nuestro programa, hasta que un día Estados Unidos será una nación socialista sin saber cómo sucedió. Ya no necesito postularme como candidato presidencial por el Partido Socialista. El partido democrático ha adoptado nuestra plataforma”.

Eso explica por qué la transición a programas de izquierda fue tan fácil para ese partido.

Lo que quiero enfatizar aquí es que el socialismo de hoy y la democracia/capitalismo estadounidense, simplemente no son compatibles, y los Estados Unidos no puede mantenerse como una nación con dos entendimientos tan radicalmente diferentes y opuestos de lo que ese país era, es, quiere, y sus metas y objetivos para el futuro. De allí el caos reinante.

Según Dennis Praeger, autor y académico, “la izquierda en Estados Unidos es totalitaria. Dondequiera que hayan ganado el poder en los últimos 100 años, sin excepción, restringe y reprime la libertad de expresión, y eso es porque no pueden resistir argumentos intelectuales y sensatos. La ideología de izquierda es un globo intelectual con solo aire adentro, donde cualquier idea simple, honesta o con sentido común lo perfora”.

Hoy, la izquierda está utilizando el ataque al Capitolio de EUA, que instigaron, como excusa para reprimir la libertad de expresión y censurar la oposición conservadora. Lo que nos recuerda que, en 1939, los nazis, disfrazados de patriotas polacos, incendiaron el edificio del Parlamento alemán, lo que permitió a los nazis restringir las libertades civiles en nombre de emergencia nacional. Y ahora, en el 2021, Antifa y BLM, disfrazados de seguidores de Trump, irrumpieron en el Capitolio de EUA para tratar de culpar a Trump y sus seguidores.

En el ansia de poder de la izquierda para llevar a cabo su agenda socialista, nos han mostrado recientemente lo enfermizos y adictos al poder que están, y que no se detendrán ante nada para usurparlo.

El socialismo sigue siendo un sueño “prometedor” que siempre termina en la miseria, pero que aún puede persuadir a unos pocos ilusos de que en alguna ocasión probablemente funcionará de la forma en que Karl Marx lo imaginó: “tomar de los ricos y dárselo a los pobres”.

Lamentablemente, muchos humanos permiten que estos depredadores izquierdistas les laven el cerebro con ideas totalmente insensatas y radicalmente autodestructivas. La ideología marxista sigue en guerra total contra el sentido común, la razón, la naturaleza humana, la verdad, e incluso contra Dios y sus leyes.

Los izquierdistas del Partido Demócrata y sus seguidores actúan como si estuvieran poseídos política y socialmente ahora que han salido del clóset.

No hay argumentos racionales o cuerdos para insistir en que existen docenas de géneros diferentes, o para obligar a las mujeres a permitir que los hombres compartan con ellas sus baños y servicios, o para competir en competencias atléticas, y por tratar de obligar a todos a aceptar su engaño e ilusión de que un hombre puede ser una mujer o viceversa.

No hay argumentos racionales o cuerdos para eliminar las fronteras de Estados Unidos y desmantelar el control fronterizo, mientras se abren las puertas a millones de extranjeros ilegales, incluso de países enemigos.

No hay argumentos cuerdos para eliminar los requisitos de identificación de votantes para los procesos electorales en Estados Unidos.

Pero permítanme señalar aquí que cualquier persona que acepte o cree que un hombre puede ser una mujer y viceversa, o que está bien el aborto y aceptar a parejas del mismo sexo en la sagrada institución del matrimonio, aceptará y creerá cualquier cosa que le echen, y esa es la parte enfermiza de todo esto -el intenso y extremo esquema de lavado de cerebro que pasa desapercibido por muchos. Los grupos LGBTQ y feministas han elevado sus problemas personales a la categoría de síntoma social.

La izquierda demócrata está permitiendo la entrada de millones de invasores ilegales a EUA y, al mismo tiempo, alentando a sus ciudadanos a adoptar comportamientos no reproductivos; y si eso falla, entonces será aborto en cualquier etapa, para luego llamarlo derechos reproductivos de las mujeres o control de su cuerpo, y convertirlo en una cruzada nacional.

La izquierda ha encontrado que es más fácil y fructífero lograr su nefasta agenda simplemente ignorando verdades y cambiando los significados y definiciones de palabras, términos, tradiciones, programas de fe, convicciones, instituciones, etc. Un ejemplo es la “institución del matrimonio”, y sus seguidores simplemente lo aceptan todo como la nueva normalidad.

Es absurdo, pero muestra lo fácil que es hacer que la gente deje de usar su cerebro y su sentido común.

Así que no se dejen engañar por la izquierda, esto no se trata de raza, ni brutalidad policial, ni estatuas y monumentos, ni coronavirus, ni siquiera de Donald Trump. Se trata de la destrucción de la libertad, la usurpación del poder y la imposición de la agenda de izquierda.

Planificador jubilado.
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