Las acciones de la Contraloría se dan tras más de un mes de huelga en el sector docente que arrancó formalmente el pasado 23 de abril
- 02/06/2025 00:00
Inventario de realidades (II)

La capacidad de respuesta a las situaciones que socialmente requieren una acción gubernamental, con la participación ciudadana, es quizás una de las condiciones mínimas más difíciles y delicadas de mantener, puesto que la impaciencia que se apodera de la población no expresa satisfacción ante una creciente incapacidad de respuesta gubernamental —durante muchos lustros— a problemas cotidianos que se presentan a nivel de comunidades o sectores de la vida institucional de nuestro país.
Efectividad, o sea, poner en práctica lo que sea decidido y adoptado por las mayorías: los procesos de transición democrática, desde el momento en que son el resultado de la voluntad de unas mayorías ávidas de transformaciones o cambios, van a aspirar a una efectividad inmediata por parte de quienes integren los equipos gobernantes. ¿Cómo puede el gobierno exigirle al pueblo que acepte calladamente el inexcusable retraso de lo previsto y prometido? Coherencia y eficiencia son parte integrante de las demandas que se expresan por los distintos medios con que cuente la sociedad en transición.
Cada vez más sectores de la población panameña alcanzan el convencimiento de que hay una ausencia de estas cualidades y, cada vez más, el resto de la sociedad comienza a vivir la zozobra que le es transmitida por la insatisfacción de los grupos que cuestionan.
Los procesos de transición que se han vivido en distintos países desarrollan, a través de sus diversas prácticas cotidianas, ejemplos que pueden ser utilizados en otras latitudes, siempre y cuando no se intente hacer de ellos modelos de obligatoria aplicación. En nuestra capacidad ciudadana de participación, despojados de criterios revanchistas, pero imbuidos de una actitud decidida de democratización efectiva, es que podremos aportar los cimientos para conducir resueltamente el país hacia una democracia efectivamente participativa.
De ahí la importancia de construir, entre todos, un proyecto nacional que, en las actuales circunstancias de agotamiento de capacidad de los Órganos del Estado para asumir las tareas de una sociedad moderna, no puede ser otro que un proceso constituyente originario.
Dicho proceso debe llevarse a cabo de la forma más democrática posible a través de un debate nacional en el que participen todos los sectores sociales, económicos, geográficos, educativos y organizados de nuestro país. Es por ello que la alfabetización constitucional juega un rol primordial. Ella debe contribuir a motivar a la población a una activa participación que le lleve a contribuir a los cambios que se requieren.
No estamos para negarnos a imbuirnos de todo el conocimiento y acción necesarios para que salgamos adelante, en un proceso que nos dotará no solo de un nuevo pacto social de todos y para todos, sino también de una mayor identidad nacional y de un verdadero sentido de pertenencia.