• 01/07/2012 02:00

JCN: líder natural

El sábado 25 de abril de 1998 me enteré en los medios escritos de que el presidente de la República y entonces secretario general del PR...

El sábado 25 de abril de 1998 me enteré en los medios escritos de que el presidente de la República y entonces secretario general del PRD, Dr. Ernesto Pérez Balladares, en acto político el día anterior, viernes 24, en el jardín La Parra de Juan Díaz, repentinamente anunció que tenía candidato para la Alcaldía del Municipio de Panamá. Nada menos que el joven dirigente de la fundación ecológica Ancón, Juan Carlos Navarro Q.

Para los presentes eso fue como un balde de agua fría. Especialmente para Raúl Montenegro D., Roberto Velásquez, Dicky Panay, entre otros que aspiraban disputar la postulación en primarias. Ello causó gran sorpresa, puesto que Navarro, al entender de la membresía, no era afiliado al PRD, situación que generó alarma y malestar general.

Aunque no formaba parte del Área de Organización política, inmediatamente investigué con amistades del TE, quienes me afirmaron que Juan Carlos era miembro del Partido, inscrito el jueves 23, es decir, un día antes de la anunciada unción política. Al conocer tal hecho procedí, como siempre lo hago, a expresar lo que pensaba sobre tal decisión en un escrito de opinión que intitulé, ‘Los gritos del silencio’, publicado en el ya fenecido diario El Universal.

En el mismo manifestaba nuestro rechazo a que no se considerara ni ponderaba el valor de la meritocracia, ya que en su mayoría la dirigencia y bases del PRD son militantes activos y permanentes. Como era funcionario público en la DNTTT adscrita al Ministerio de Gobierno y Justicia, el entonces viceministro MTE me citó a su despacho para decirme que estaba bien lo que había planteado, pero que no lo hiciera más, que dejara que otros lo hicieran. Con la amistad que compartía, mi respuesta fue. ‘Martín, nadie lo va a hacer y alguien tiene que decirlo’.

De esa anécdota han pasado más de 14 años. Aunque inicialmente no fue de mi agrado e incluso tuve discrepancias y enfrentamientos circunstanciales con Navarro, tengo que reconocer que su único partido político ha sido el nuestro, que con sus carencias y virtudes, errores y aciertos, o de engaños y apoyos de diferencias internas sufridas, se ha mantenido firme y consecuente en los principios y mandatos de nuestro Partido.

A mi criterio, es una gran virtud que debemos evaluar sin maledicencias ni egoísmo. Aparte de la imperiosa necesidad de renovar, innovar, transformar y enrumbar nuestra organización política como alternativa política en 2014, es una de las principales razones por la que considero la coyuntura ofrece como mejor alternativa.

Por otro lado, de la conducta de Juan Carlos, aunque con algunas equivocaciones, no se puede decir lo mismo de los aspirantes de Tocona, ya que si se investigan los historiales de filiación en el TE sorprendentes revelaciones se obtendrán. Pero sin entrar en pequeñeces, debemos entender y apreciar que los liderazgos no se traspasan, no se alquilan ni se venden o compran. Hay que predicar con el ejemplo, ofreciendo lo que uno espera para sí.

En tal sentido, es necesario que apartemos las pasiones políticas y discursos lacerantes o divisorios. Yo, que actúo con mucha emotividad, incluso con actitudes impulsivas, me lo he propuesto.

A mis compañeros y amigos Mitchell, Pachi, Toro, Samuel, Nito, Balbina, Bolo y otros le conmino a que veamos las cosas como son y no como tal vez quisieran que fuera. La unión de todos contra uno, para apoyar una dirigencia que desde ahora está parcializada y que con argumentos infundados busca desplazar un auténtico liderazgo, es algo incongruente e ilógico. Juan Carlos Navarro, con el apoyo y concurso de quienes hoy le adversan o apoyan, mañana tiene el deber y compromiso de accionar como cabeza y cuerpo colegiado. De ello seremos fieles y permanentes vigilantes. Partamos de la premisa de que: ¡Cuando la Patria exige el concurso de sus mejores hijos, a la Patria no se le ponen condiciones!

DELEGADO Y DIRECTOR NACIONAL DEL PRD.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus