• 17/12/2012 01:00

Ahora le toca al pueblo

R ecientemente fui invitada a la función de fin de año de la Escuela Nacional de Danzas, cuyo tema central fue la obra musical ‘El lago ...

R ecientemente fui invitada a la función de fin de año de la Escuela Nacional de Danzas, cuyo tema central fue la obra musical ‘El lago de los Cisnes’. Fue un despliegue de talentos que nuestra ciudadanía no conoce ni el Estado aprecia, ni cultiva, ni incentiva.

Pude observar la graduación de diferentes niveles de la Escuela. Allí supe que hay estudiantes muy humildes, cuyas familias hacen un esfuerzo extraordinario para mantenerlos en la única escuela de danzas del Estado, la cual es pública. Me informé que los padres deben pagar $42.35 dos veces al año, suma que comprende la matrícula, cuota de bienestar estudiantil, seguro, carné y laboratorio.

La escenografía y el alquiler del Teatro, bien del Estado y regido por el INAC, es pagado por el Club de Padres de Familia. Observé a una madre de familia que abrazaba a su hija con mucha emoción cuando recibió un diploma de graduación, no recuerdo de qué grado. Me explicaron que se trataba de la abuelita que, con mucho esfuerzo, ha mantenido a su nieta huérfana de padre y madre, para formarse como bailarina.

En el caso de la bailarina por la cual fui invitada a la función, los gastos, entre vestuario y las cuotas para pagar escenografía y teatro ascendieron aproximadamente a $700. ¿Es esto una escuela del Estado donde no solo la formación, también el local, los vestuarios y todo lo que conlleva la función de fin de año, deberían ser costeados por el Estado?

Mientras disfrutaba de esta expresión artística, en mi cabeza daban vueltas los $700 que cada padre de familia tuvo que desembolsar solamente para la función de fin de año. ¿Cuántos sacrificios hacen madres y padres humildes para brindarles a sus hijos la oportunidad de crecer culturalmente y que desarrollen sus talentos?

Entre tanto, se está llevando a cabo un proyecto en la entrada de Llanos de Curundú donde se pretende invertir $54 millones, proyecto que ya fue adjudicado. Dicen que iniciarán con 2,000 estudiantes. En una reunión a la que asistí con autoridades del INAC, se informó que el espacio del Museo Reina Torres de Araúz no cumple con las necesidades de la Escuela de Bellas Artes, por lo que rediseñarán y modificarán las estructuras, irrespetando la Ley de Derecho de Autor, donde se contempla que para rediseñar una estructura, debe haber un previo acuerdo con la firma original.

¿Cuándo se consultó esto con los residentes de las áreas revertidas; cuándo se hizo el estudio de impacto ambiental? Dicen que van a construir 150 estacionamientos adicionales, lo que sumaría 322 carros estacionados en rampas. ¿Han calculado el impacto de la carga social? ¿Cómo se impacta el sistema de aguas negras y el consumo de agua potable?

Además, este Gobierno está dejando otra deuda más que deberá asumir el próximo Gobierno. ¿Por qué no construyen este proyecto en El Marañón, donde todas las rutas convergen y tendría un sentido social de impartir la cultura al pueblo? ¿Cuál es la verdadera intención que se esconde detrás de este proyecto, culturizar al pueblo o satisfacer egos personales llenos de vanidad y ambiciones mezquinas repletas de codicia?

Ahora le toca al pueblo sufrir, ahora le toca al pueblo llorar, ahora le toca al pueblo protestar en las calles, ahora le toca al pueblo pasar hambre, ser cada día menos instruido y menos culto.

Ante la opresión de las clases dominantes que solo buscan el poder para enriquecerse más, ante la orfandad en la que los partidos políticos han dejado a los ciudadanos con conciencia social y ante el robo descarado de este Gobierno, no nos queda otra cosa que unirnos, quienes hemos luchado por defender a este pueblo, independientemente que seamos campesinos, obreros, indígenas, profesionales, intelectuales, empresarios pequeños o medianos, organizaciones femeninas, juveniles y partidos políticos. Debemos trabajar en torno a un proyecto de país y de una sociedad justa. He allí nuestra tarea y nuestro compromiso: deponer intereses personales y partidistas para lograr el Panamá que un día empezó a ser y cuyo proceso de transformación fue abruptamente interrumpido por la avaricia y sed de poder.

MIEMBRO DEL PRD

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