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- 05/04/2009 03:00
Me despido..., gracias
Hace más o menos tres años me sonó el celular.. “¿habló con el señor Cabrera?”.. “le habla Abdul Waked, tengo urgencia en hablar con usted”. Para esos días W Radio estaba a dos cuadras de las oficinas de este empresario de la Zona Libre. Y mientras caminaba hacia allá no tenía ni la más mínima idea de lo que a este señor se le ofrecía.
En fin, llegué a la oficina y allí me informaba que había comprado La Estrella de Panamá y que varias personas le habían recomendado mi nombre como alguien que le podría ayudar en virtud de mi experiencia adquirida en La Prensa y El Universal.
Allí mismo me informó que un buen amigo mío, Gerardo Berroa, sería el director y que el apreciado Rafael (Yayi) Carles era el ejecutivo a cargo de la administración.
Con ellos dos y sabiendo que el distinguido Ebrahim Asvat era y es el responsable legal de la empresa, me atreví a iniciar una relación contractual que incluía asesoría en materia política y escribir todos los domingos esta columna de opinión.
En todo este tiempo lo único que he recibido de parte de la editora de opinión, Doris Hubbard-Castillo, ha sido gentileza, diligencia y apoyo para poder cumplir con los lectores.
La única cosa que no me gustó fue cuando cambió el formato y me indicó que mis artículos solo tendrían espacio para 562 palabras. Pero hasta en eso me siento muy agradecido, porque tuve que comenzar a desarrollar más capacidad de síntesis.
Pero lo mismo, y hasta un poco más, puedo decir de lo que ha sido esta excelente experiencia en La Estrella. El trato respetuoso y profesional recibido por su director, Gerardo Berroa, de quien además de su amistad recibí ideas, experiencias y conocimientos, aspectos que valoro profundamente.
En cuanto a su propietario, Abdul Waked, puedo decir que me llamó una vez para decirme que un empresario—político lo había llamado para pedirle que me sacara de La Estrella , por unos comentarios publicados que me los atribuía a mí. Le pregunté: “¿y entonces?”, “hágame un favor, no sé si usted escribió eso, pero si le puede dar más duro se lo voy a agradecer, para que no me llame más”. Buena y sana medida, considero.
El 31 de marzo le presenté al propietario y dignatarios de La Estrella la nota mediante la cual les informaba mi decisión de rescindir la relación contractual con el medio, debido a que mis nuevas responsabilidades en W Radio me hacían casi imposible atender los requerimientos del periódico; de igual forma el elemento ético que implica el anuncio que haría la estación de radio integrando una alianza periodística con otro medio impreso, por lo que no me parecía correcto estar de asesor de La Estrella y al mismo tiempo formando parte de un esfuerzo informativo con otro medio impreso.
Agradezco la oportunidad ofrecida, la experiencia adquirida y, tal vez lo más importante, haber ayudado en algo a que este proyecto, hoy, es una realidad que contribuye a la diversidad de medios, de información y de opinión que, sin duda, contribuye al fortalecimiento democrático a través de la objetividad periodística que aquí se ejerce.
La última, pero más importante, línea para agradecerle a todas aquellas personas que durante todos estos domingos me han distinguido con darle lectura a mis opiniones.
-El autor es profesor y analista político.ecabrera@wpanama.com