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- 30/05/2022 00:00
Una meritoria medalla para Gerardo Maloney
Nacido en Panamá el 16 de febrero de 1921, Armando Fortune fue un escritor y profesor afroantillano. Se graduó del Instituto Nacional y obtuvo su licenciatura en Economía en la Universidad de Panamá. Ejerció el periodismo y fue miembro de la Academia Panameña de la Historia. Fue secretario privado de Ricardo J. Alfaro, Publicó las obras: Los negros en Panamá, Fray Bartolomé de las Casas y la esclavitud del negro, Los negros cimarrones en Tierra Firme y su lucha por la libertad. Falleció el 26 de marzo de 1979.
La Universidad de Panamá creó en el año 2016 la condecoración Armando Fortune “…como reconocimiento a personalidades afropanameñas dedicadas en diferentes planos académicos, cívicos y culturales a resaltar la presencia y aportes de los afropanameños a la vida nacional”. Durante la tarde de hoy, día de la Etnia Negra en la República de Panamá, será entregada al distinguido profesor y amigo Gerardo Maloney.
No hay suficiente espacio en esta columna para dar a conocer la ejecutoria de Gerardo Maloney, quien ha sido una figura destacada en el Movimiento Social Afropanameño por muchas décadas y posee una extensa carrera como escritor, sociólogo, cineasta y poeta.
Fue director de la Escuela de Sociología de la Universidad Santa María La Antigua y la Universidad de Panamá. Ha publicado ensayos y artículos sociológicos sobre los afropanameños en libros y diversas revistas alrededor del mundo. Igualmente ha dictado conferencias en universidades de América Latina y el Caribe. Fue embajador en Trinidad y Tobago entre muchas otras actividades que ha realizado.
En la colección “Protagonistas del Siglo XX panameño”, publicada en el 2015, el profesor Maloney presentó la biografía de Armando Fortune. Allí relató que cuando regresó de estudiar en México en 1974, “inmediatamente busqué a Fortune. Él me recibió en su residencia de calle séptima Río Abajo, con la molestia propia de una fuerte gripe, pero en la medida en que conversábamos sobre los negros en América parecía cobrar gran energía y complacencia, que lo llevaba a mencionar citas, textos, autores, hechos y a mostrarme una enorme cantidad de documentos, que era lo que abundaba de pared a pared en su estudio. Dialogué durante horas con ese hombre erudito, de razonamiento claro, pero de una gran sencillez y amabilidad”.
En lo personal colaboré por primera vez con Maloney como editor del documental 'Nosotros los del Silver Roll', que codirigió con mi hermano Rey, hace unos 40 años. Desde ese primer trabajo cinematográfico en el Grupo Experimental de Cine Universitario – GECU - se forjó una hermandad que se ha fortalecido a través de las décadas. Su trabajo documental cinematográfico ha sido una extensión creativa de su constante interés por rescatar y dar a conocer los aportes de la comunidad negra como parte fundamental en la construcción social y cultural de la nación.
En pleno siglo XXI, en muchas esquinas del mundo se han intensificado las conductas de discriminación racial en contra de los afrodescendientes. Ya sea en un barrio de Nueva York, expulsados de los trenes en Ucrania o marginados en algunas empresas locales que exigen a sus empleados cumplir con cierta “presentación personal” para llevar adelante funciones profesionales.
“Amo a mi raza” es uno de los poemas más puntuales y profundos de Gerardo Maloney. Más claro no pudiera ser. Ha significado un orgullo para los afrodescendientes panameños desde su publicación: “Amo a mi raza porque ha sido odiada de siglo en siglo / bajo la rotación misma de todos los signos y sistemas / Amo a mi raza porque donde quiera que vaya / la encuentro compartiendo los mismos sueños... / Amo a mi raza porque tú quieres que la olvide / que la reniegue / que la ignore / que acepte que ni siquiera debe pertenecerme. / Amo a mi raza porque ustedes aman a la suya… / y la portan a toda honra / como prueba de vergüenza y de grandeza / civilización e historia”.
Más que merecido el reconocimiento para un hombre que ha representado una mano indicadora y presente en todo el colectivo de la comunidad nacional y en especial la afroantillana, con el compromiso de continuar por el camino de señalar las amenazas, fortalecer la presencia y estimular, a todos los niveles. el entendimiento y el valor que la comunidad afrodescendiente aporta a esta nación multiétnica y multicultural.