• 14/11/2021 00:00

Las mujeres en las gestas independentistas de la América hispana

“[…] también en Panamá, las mujeres jugaron un papel fundamental en la guerra, sin embargo, es importante seguir indagando para darles el reconocimiento y sitial histórico que se merecen […]”

Al conmemorarse el Bicentenario de nuestra Gesta Independentista de 1821, es oportuno ponderar la participación de las mujeres en estas luchas libertarias. Y, es que, desde la sociedad colonial, las mujeres estaban bajo la tutela del varón, ya fuese el padre, hermano o marido, vivían en una posición de subordinación, circunscritas al espacio privado, autorizadas solo para actuar en el ámbito cotidiano; como hijas, hermanas y esposas; donde su primera responsabilidad era la atención del hogar, la crianza de los hijos y la fidelidad matrimonial, de manera que solo tenían dos opciones: el matrimonio o el convento.

En este sentido, es importante recordar que España logró imponer en las sociedades coloniales sus propios criterios basados en el cristianismo; donde la familia y la Iglesia fueron las instituciones normativas y garantes del orden patriarcal y de la exclusión de la mujer de la vida política. Por lo que, las mujeres no fueron consideradas como un factor importante dentro del proceso histórico independentista; y mucho menos en la conformación de las nuevas repúblicas hispanoamericanas.

Sin embargo, a pesar de que la historiografía tradicional ha omitido la contribución de las mujeres en las gestas independentistas, este artículo busca destacar y hacerle justicia al papel activo y de vanguardia que jugaron las mujeres hispanoamericanas en el acontecer de los hechos revolucionarios del siglo XIX. Los avatares de los movimientos emancipadores les dieron a las mujeres la oportunidad de un protagonismo relevante que superó las restricciones que la sociedad les imponía, pues su participación en las actividades políticas se manifestó de diversas formas: organizando reuniones y tertulias en sus residencias, donde se discutían las nuevas ideas políticas y se planeaban las estrategias revolucionarias, proporcionando valiosas informaciones a los ejércitos patriotas; redactando documentos, donación de joyas para la causa independentista, dando refugio a los insurgentes, preparando y transportando los alimentos y atendiendo a los heridos, entre otras.

Sin embargo, una vez consolidadas las independencias de las nuevas repúblicas hispanoamericanas, solo se consideró a los hombres como héroes nacionales, dejando entrever una vez más los criterios machistas de las sociedades coloniales, y restándole importancia a las adversidades que muchas mujeres tuvieron que sufrir a raíz de su participación en las gestas independentistas: miseria, persecución, escarnio público, confinamiento en hogares, cárcel o conventos y ajusticiamiento, entre otras.

Por ello, aprovechamos la oportunidad para hacer un reconocimiento a nuestras heroínas que lucharon con gran arrojo y valentía en la emancipación de las actuales repúblicas hispanoamericanas. Entre ellas la indígena Micaela Bastidas, esposa de Túpac Amaru, quien luchó por la independencia del Perú; al igual que María Andrea Parado de Bellido, informante de los planes y movimientos realistas al servicio de las guerrillas, fue capturada, torturada y fusilada, y al ser interrogada exclamó: “No estoy aquí para informar a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad”.

Bartolina Sisa, guerrera aymara, que logró movilizar a unos 40 000 indígenas en las tierras del Alto Perú y poco después fue capturada, torturada y ejecutada; Juana Azurduy, mujer entregada a la lucha por la independencia, que combatió embarazada; Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega, sirvió de correo a los insurgentes de la rebelión independentista mexicana, fue capturada y fusilada; Manuela Beltrán, lideró un motín contra los impuestos mercantiles, que dio lugar a la revolución de los comuneros en Colombia; Juana Ramírez, participó en los movimientos independentistas de Venezuela, al frente del batallón denominado Batería de las Mujeres; María Remedios del Valle, luchó valientemente en el ejército argentino, siendo reconocida con el grado de capitana y Madre de la Patria, y muchas otras más que dieron su vida por la libertad de sus pueblos.

En el caso de nuestro querido Panamá, tampoco se le ha dado la relevancia histórica a las heroínas que lucharon por nuestra independencia, incluso cuando haya diferencias de opiniones en cuanto a la existencia de Rufina Alfaro, es importante hacer referencia a los escritos del historiador Pantaleón García, quien plantea que en la Guerra de los Cholos en Coclé, el secretario de Victoriano Lorenzo, Sr. Juan José Quirós, sostiene que: “Ante el ataque a El Cacao, un grupo de indios con sus escopetas, y hasta mujeres había entre ellos, se fue al paso del camino sobre el río Larguillo, por donde debía cruzar de regreso la caballería oficial que quemó el caserío”. En el ejército de Lorenzo, las mujeres también hacían las veces de combatientes.

En el cuartel general de Lorenzo, en La Negrita de Penonomé, las mujeres colaboraban en muchas actividades. El Sr. Quirós comenta: “Los cocineros eran hombres y algunas señoras ayudaban al fogón, pelaban verduras, barrían, fregaban, cargaban agua y lavaban ropa con jabón que les suministraba el depósito”. Ese comedor era atendido por muchachos y mujeres.

Estos comentarios dejan entrever que, también en Panamá, las mujeres jugaron un papel fundamental en la guerra, sin embargo, es importante seguir indagando para darles el reconocimiento y sitial histórico que se merecen nuestras heroínas panameñas, que también lucharon por la libertad de sus hijos y de su pueblo.

Loor al 10 de Noviembre de 1821.

Abogada e historiadora.
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