Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...
- 20/05/2014 02:00
Natá: cuna de la cultura de Coclé, centro de conquista y colonización
El Istmo de Panamá fue conquistado y colonizado a partir de 1501 y 1502, con la llegada de Rodrigo de Bastidas y Cristóbal Colón, respectivamente. A partir de ese momento, la región jugó un papel importante en la búsqueda del paso hacia el Oriente. Luego del descubrimiento del Mar del Sur en 1513, la Corona Española se interesó por la conquista del pacífico panameño. Para ello, se encomendó a Gonzalo de Badajoz recorrer estas tierras. A partir de ese momento, el Natá prehispánico quedó adscrito a los planes de conquista y colonización de España.
El Gobernador de Tierra Firme, Pedrarias Dávila, da instrucciones a Gaspar de Espinoza para que vaya a las costas del Pacífico a recuperar el tesoro perdido por Badajoz, a manos del cacique París. Es así como Espinoza llega a las tierras del cacique Natá y queda impresionado por la cantidad de viviendas, de población y alimentos que había en estos territorios. Él explica que lo que había visto en esta zona, no lo había encontrado en ninguna parte del nuevo mundo.
El Gobernador Pedrarias Dávila, quien había sido enviado a Castilla del Oro a imponer orden en Darién y fundar ciudades, luego de ejecutar a Vasco Núñez de Balboa, pone en práctica la segunda parte de su programa que trae para Panamá. En ese sentido, funda Nombre de Dios, frente al Caribe y Panamá (La Vieja) en el Pacífico. En esa forma se establece la función transístmica que cumpliría el Istmo hasta el día de hoy. El 20 de mayo de 1522, el Gobernador funda la ciudad de Natá con tres propósitos: Enlazar con la avanzada que bajaba de Centroamérica en busca del paso hacia el Oriente; para que sirviera de granero a las ciudades terminales (Panamá- Nombre de Dios) y que fuera punta de lanza hacia la conquista de Veraguas.
A partir de ese momento Natá se convierte en punto estratégico para la conquista de la región del pacífico panameño, en productor de ganados y granos para vender en la zona transístmica. Sin embargo, por orden de la Corona Española, en 1558 se elimina el sistema de encomiendas en Natá, a pesar de los ruegos de sus habitantes para que no se eliminara este sistema productivo. Al eliminarse, a los natariegos le quedaron dos caminos: emigrar con sus familias hacia Azuero o emprender la conquista de Veraguas. Los que escogieron el primero, fundaron años más tarde, La Villa de Los Santos; mientras los que decidieron ir a la conquista de Veraguas, tuvieron que esperar algunos años para partir hacia esas indomables tierras.
Esto quiere decir que desde la época prehispánica, Natá ha sido una región importante: cuna de la Cultura del Gran Coclé, lugar de ceremonias, de viviendas y entierros de personajes importantes, descrito en las crónicas de los españoles de esa época y puesto de manifiesto en las excavaciones realizadas en Sitio Conte, por Samuel Lotrhops, Alden Mason y recientemente en El Caño, por los hermanos Julia y Carlos Mayo. Natá es depositaria de la iglesia más antigua del pacífico americano y por lo tanto, poseedora de una gran riqueza histórica, cultural y turística.
Hoy, luego de 492 años de su fundación, es importante que la comunidad nacional, liderada por los natariegos, organice un Comité que comience a preparar un majestuoso evento para los 500 años de la fundación de esta ciudad. Es importante que la comunidad nacional e internacional conozca el rico pasado histórico del Natá indígena y colonial. Durante la Época Precolombina fue asiento de una de las culturas más avanzadas del continente, sobre todo en la cerámica y en la orfebrería. Durante la colonia, centro de donde partieron expediciones hacia la conquista del resto del Pacífico panameño y centroamericano, granero del Istmo y hogar de la iglesia para evangelizar.
Hoy día es importante que el Gobierno Nacional, a través del Instituto Nacional de Cultura, dedique más recursos para resguardar los tesoros de esta tierra coclesana. Un paso importante es la creación de un puesto de policía en la comunidad de El Caño como la primera avanzada en la custodia de los tesoros culturales de ese sitio arqueológico. Lo otro, reforzar el cuidado de la iglesia colonial. Ambos monumentos son parte de la identidad de los panameños. Esperamos que muy pronto esos objetivos se cumplan para que continúen las investigaciones arqueológicas seguras en el Sitio y la iglesia se mantenga como mudos testigos de un pasado glorioso del Panamá Pre-Hispanico y Colonial.
PROFESOR