• 12/12/2008 01:00

Comparaciones convenientes y necesarias

Se afirma que las comparaciones son odiosas. Pero; también resultan convenientes y hasta didácticas. Por ejemplo: podemos comparar las c...

Se afirma que las comparaciones son odiosas. Pero; también resultan convenientes y hasta didácticas. Por ejemplo: podemos comparar las conocidas acciones contra el aborto y la eutanasia, tomadas por Tabaré Vásquez, presidente de Uruguay, y por el Gran Duque Henri de Luxemburgo, respectivamente; con las del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, favorables al aborto.

Vásquez, médico y prominente figura del Partido Socialista, vetó una aprobada ley del Parlamento que legalizaría el aborto, pese a que él había anunciado su veto por razones de ética profesional y principios morales. Días después renunció del partido que lo censuró ásperamente. La Conferencia Episcopal lo felicitó, como lo hicieron numerosas organizaciones pro-vida, locales y extranjeras, que elogiaron la acción como un ejemplo a todos los mandatarios del mundo. El Gran Duque se convirtió en noticia al negarse a firmar y promulgar una ley que legalizaría la eutanasia. La reacción del parlamento que aprobó la ley fue grosera: reducirle poderes políticos; pero, el Gran Duque conquistó las simpatías del pueblo.

Con sus ejemplares acciones en favor de la vida humana, tanto Tabaré Vásquez como el Gran Duque Henri señalan un olvidado camino que las ideologías de género pretenden ocultar al hombre moderno. Un camino que no solo se hace al andar, sino que está para recorrerse con determinación, como el único que conduce a la verdadera democracia.

Barack Obama es la oveja diferente en la comparación. Como un asunto de interés nacional, él divulga profusamente, con sus acciones y por medio de su equipo, su radical agenda personal anti-vida y anti-familia; males latentes en sus posiciones favorables al aborto irrestricto y al homosexualismo privilegiado; denunciadas calamidades a las que presta oídos sordos.

El profesor Robert George (Universidad de Princeton), publicó un estudio sobre el tema: (Obama´s Abortion Extremism. The Catholic Association/ 22-10-08). El autor analiza en nueve puntos las radicales y anticientíficas ideas de Obama, y denuncia las falacias sobre la pretendida inocuidad de la política pro-choice (libertad de escoger), frente al aborto; política que refuta por hipócrita y falsa, (Se habla de escoger, pero no se dice que se escoge entre dejar vivir o asesinar a un inocente ser humano). Obama se auto erige de ese modo como adalid de la cultura de la muerte, y un confundido promotor del infanticidio generalizado. Para Obama, legalizar el aborto y los matrimonios de homosexuales es tan prioritario como resolver la crisis hipotecaria y las guerras en Afganistán e Irak.

Los diversos problemas que preocupan a todos los gobiernos no son solamente el resultado de crisis económicas, financieras y comerciales, como resaltan los grandes medios de comunicación. Las crisis, más bien, son el resultado de la falta de valores éticos y morales en la sociedad, como lo advierte el Papa Benedicto XVI, quien nos exhorta a prestarles atención prioritaria; atención que el presidente Vásquez y el Gran Duque Henri cumplieron; como lo han hecho la reina Sofía, de España; el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy; y otras prominentes figuras internacionales, quienes llaman a un despertar de las conciencias; un llamamiento que, para desgracia de su país, no escucha o no entiende el presidente electo de EE.UU.

-El autor es comunicador social.miguelespinop@hotmail.com

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