• 22/10/2018 02:00

Magisterio ambiental y nueva humanidad

El Nuevo Magisterio del Poeta, escritor y cineasta panameño Pedro Rivera, aboga como un movimiento magisterial

A más de cincuenta años de la muerte de Ernesto Guevara De la Serna, sería interesante debate si el llamado ‘Hombre Nuevo' que él teorizaba, solo era motivo de preocupación por la liberación social o existía igual un desvelo intrínseco por la sostenibilidad de los recursos naturales como complemento esencial para la armonía y equilibrio del desarrollo humano.

Hoy ese Hombre Nuevo o la nueva humanidad, se enfrenta a las mayores de las crisis ambientales desde la era de las primeras civilizaciones, resultado más de las actividades antropogénicas que de los ciclos naturales del planeta, como han querido últimamente sustentar científicos alentados por el señor Donald Trump.

A este escenario, traemos a colación el ensayo de Pedro Rivera denominado ‘Nuevo Magisterio', el cual está inserto en el libro ‘Condición Humana y Guerra Infinita', esta propuesta literaria fue distinguida con el Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró 2004.

A pesar de haber pasado casi catorce años de este premio y poco más de medio siglo del concepto del Hombre Nuevo de propuesto por Ernesto ‘Che' Guevara en 1965, sus vigencias se acrecientan cuando abonamos cada día a un individuo y una colectividad suicida.

El Nuevo Magisterio del Poeta, escritor y cineasta panameño Pedro Rivera, aboga como un movimiento magisterial, por la recapitulación de nuestros derroteros, debido a que, el ser humano como ente biopsicoambiental, es la especie, ambientalmente hablando, mejor dotada para dejar el planeta en total bancarrota de sus recursos naturales.

Rivera, nos hace voltear la mirada, de cómo la sociedad de mercado nos ha convertido en criaturas que vivimos para el consumo. En el solemne acto en que la Universidad de Panamá le otorgó el doctorado honoris causa, en su discurso planteó que la sociedad actual ‘primero compra luego existe', por supuesto que como ironía a la frase de René Descartes.

En la primera oportunidad que tengo, yo repito y celebro esa frase, añadiéndole al señalamiento del poeta Rivera que en Panamá descartamos a Descartes cuando acotó la frase ‘primero pienso luego existo'.

Pero el hecho no es que la naturaleza de los panameños sea esta, lo que sucede es igual que con otras sociedades, al ser científica y sistemáticamente inducidos por el sistema capitalista que utiliza una serie de neurotransmisores para manipular nuestras conductas. Por ejemplo, las disciplinas que rigen la mercadotecnia hacen de la mano las neurociencias para manejar nuestros sentidos, motivando la liberación de dopaminas a través de colores, sabores, olores, sonidos e imágenes, para volcarnos a la compra desenfrenada nos acota el maestro Rivera.

Sin duda, la manera de producción y consumo no sostenible que con excepciones llevamos, es la vía a la bancarrota del patrimonio ambiental de Panamá. Reconociendo que el término ambiente, no solo aglutina los recursos naturales, igual suma los recursos del capital social, los cuales, ambos están en permanente interacción. Es entonces que el colectivo humano tiene la capacidad no solo de depredacción, también tiene la suficiencia para construir espacios igualitarios.

Para ello el autor propone un nuevo magisterio, con el propósito de no generar más maestros como tal, sino formar agentes de cambio. Que, al fin de cuentas, son los profesionales, los obreros, las familias, la sociedad en su conjunto, ejerciendo integralmente este nuevo magisterio, impulsados por Gobiernos docentes a la cabeza que revaloriza los valores individuales y colectivos.

Sumemos a este magisterio ambiental el concepto integral que conlleva la sostenibilidad, sencillamente para dejar de ser entes inconscientes de consumo del sistema de mercado. Porque al fin de cuentas, un nuevo magisterio representaría, para el desarrollo sostenible, el camino al ‘Hombre Nuevo' o, mejor aún, a una nueva humanidad.

EDUCADOR AMBIENTAL.

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