• 17/05/2009 02:00

Sobre el nuevo Gabinete

En nuestro país hay hombres y mujeres decentes que sueñan con que no hubiera enfermedades, ni pobreza, ni hambre, ni limitaciones, ni di...

En nuestro país hay hombres y mujeres decentes que sueñan con que no hubiera enfermedades, ni pobreza, ni hambre, ni limitaciones, ni divisiones. Para ello, el nuevo Gabinete debiera estar conformado por gente académicamente preparada y consciente, los más honestos y sensibles al drama de la pobreza de nuestro país. Este concepto parece incongruente con el costo alucinante de la toma de posesión del próximo presidente por un millón de dólares.

Este pequeño círculo de próximos dirigentes de la Cosa Pública los hemos conocido a través de los medios ¿significa que tenemos alguna posibilidad de “conocerlos” realmente o nos queda sólo la impresión de su supuesta “preocupación” por el país?

¿La imagen que nos muestran es una fabricada o es una que ellos se han forjado por sí mismos, en base a su trabajo desinteresado con la colectividad?

Tan solo mencionaré tres y empiezo con el Ministerio de Desarrollo Social. Su próximo ministro no tiene preparación académica superior, de su trayectoria sólo se le conoce por hacer caridad televisada cargada de lágrimas y sufrimiento y, por supuesto, apoyada por casas comerciales a las que les interesa promover su nombre a través de un anuncio publicitario. No está mal para un público que le gusta este tipo de libreto. ¿Es esto suficiente requisito para elegir a un ministro de una cartera con miles de problemas por resolver?: integración social, niñez, juventud, pobreza, violencia familiar, entre otros temas importantes y que no son fáciles de manejar. Es necesaria la experiencia práctica en el desarrollo y ejecución de planes, manejo y administración de presupuestos, todos relacionados con el drama psicosocial de nuestro entorno.

Sobre la periodista Lucy Molinar en el Ministerio de Educación, me atrevo a decir que sus días de suerte llegaron con Irving Hallman y Mirna Crespo como viceministros, ambos expertos en asuntos de educación. Pareciera que la designación de la periodista fue más por su imagen. El Ministerio debe ser dirigido por una persona con nivel académico en carreras orientadas en el aspecto educativo, administrativo, gerencial, financiero e incluso legal. Iniciativa, creatividad, objetividad, juicio práctico, observación y agudeza también son elementos a considerar.

En base a un estudio que realicé sobre la realidad de la Policía Nacional, estoy en capacidad de reafirmar que nuevamente la carrera policial se obstaculiza con el nombramiento de un civil, y esto desalienta la actitud de servicio del uniformado. La labor del policía es noble, valiosa y delicada y se debe respetar la jerarquía de mando y escalafón dentro de la organización para evitar conflictos. A partir de la década del 90, se afectó la identidad institucional, se incentivaron los antivalores y apareció una subcultura de sobrevivencia que afecta el desarrollo interno y su participación en el desarrollo nacional.

Al cambiar de directriz siempre se llega con la idea de alterar nuevamente lo establecido y se vuelve para atrás. El asunto es establecer un procedimiento que se incorpore a la sociedad, procedimiento que tenga autonomía, se respete, y se quede. Capacidad de liderazgo con talento para integrar, motivar y alcanzar el logro de los objetivos de manera eficiente son, además, necesarios en un director de la Policía Nacional.

Lamentablemente, somos los maestros de la improvisación, el desorden y de la falta de planificación.

-La autora es especialista en la conducta humana.gemiliani@cableonda.net

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