La pobreza y la OCDE

En una conferencia reciente, el nuevo presidente de grupo Banco Mundial declaró que el énfasis que dará a su gestión será en la lucha contra la pobreza.

Esto me parece admirable, se necesitaba que una persona como el presidente Kim apoyara con asesoría técnica —y si fuese necesario, algunos fondos— el esfuerzo que hacemos en nuestros países para este mismo fin: la lucha contra la pobreza.

A pesar de la advertencia de nuestro señor Jesucristo de que ‘los pobres siempre estarán con nosotros’, cuando Marta le enjugaba los cabellos con su fino aceite, la Iglesia Católica incentiva y apoya nuestras luchas nacionales para acabar con la pobreza, una lucha que es permanente e interminable y que para colmo de males ahora la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) impone exigencias a nuestros países, que afectan gravemente nuestras economías, haciendo más difícil aumentar los recursos que necesitamos para continuar y fortalecer esta lucha.

En efecto, las medidas que nos están forzando a aplicar para facilitar y ampliar el ámbito de su dominio para cobrar impuestos, afecta los recursos que puede aplicar un país como Panamá a esta lucha.

Panamá, además de tener una política que tiene entre sus prioridades combatir la pobreza, mantiene otra lucha igual para exterminar el lavado de capitales y el tráfico de drogas.

El Banco Mundial debe tomar conciencia de que la OCDE está actuando en forma directamente contraria al objetivo #1 del Grupo Banco Mundial de atacar de frente la pobreza donde quiera que ésta se encuentre atrincherada.

EMPRESARIO