• 28/01/2013 01:00

¿Pacto electoral o un Nuevo Orden Social?

Desde hace meses se viene hablando de la firma de un Pacto Ético Electoral para los comicios del 2014. La Conferencia Episcopal Panameña...

Desde hace meses se viene hablando de la firma de un Pacto Ético Electoral para los comicios del 2014. La Conferencia Episcopal Panameña anunció que, durante los primeros días de marzo de este año, pondrá la propuesta a disposición de los partidos políticos que concuerden con ella para la que firmen. La Estrella de Panamá informó el jueves pasado que tuvo acceso al borrador del documento que señala: ‘Es imperante lograr la firma y el cumplimiento de un pacto que comprometa a los actores políticos a desarrollar un torneo cívico, en paz y en orden’.

Les puedo asegurar desde ahora dos cosas: 1- en marzo habrá una alharaca mayor con representantes de los partidos políticos, rodeados de medios de comunicación para la firma del susodicho pacto. Estarán presentes los altos prelados de la Iglesia Católica, el Tribunal Electoral, miembros de otros partidos, grupos cívicos y hasta de la Embajada de los Estados Unidos, cuyo embajador en Panamá, Jonathan Farrar, se reunió el miércoles pasado ‘con los magistrados del Tribunal Electoral para conocer su posición sobre el pacto ético...’ 2 - Lo otro que les puedo asegurar es que el Pacto no se respetará.

Hace cinco años, en enero de 2008, publiqué ‘Cinco buenas o descabelladas propuestas’ para ofrecer un aporte desafiante para todos los involucrados que ya hacían campaña electorera para los comicios del 2009. Revisé las propuestas y creo que mantienen el valor provocador de cuando se esbozó en su momento. Con esa propuesta concluí: ‘El modelo actual nos encamina a la destrucción social’. Cinco años después, creo que es evidente una corrosión social que tomará muchas décadas en corregir. Nos alejamos cada día de las posibilidades reales de que nuestros líderes, y en especial los políticos, sean vistos por las nuevas generaciones como modelo a seguir, por el simple hecho de que nos han fallado con la verdad.

‘Cinco buenas o descabelladas propuestas’ proponía: 1- Que los partidos políticos donen lo que gastarán en propaganda y publicidad política, en ‘salves o toallas’, gorras, afiches y pancartas, (jamones) que se estima, será muy por encima de los B/.20 millones a B/.30 millones para equipar escuelas o centros de salud en las regiones rurales y en las áreas más necesitadas, para que nuestros compatriotas menos afortunados tengan mejores posibilidades de educación y atención médica preventiva. Qué bonita oportunidad para que toda la retórica demagógica de algunos actores políticos se manifieste decididamente y se convierta en realidad.

2- Descartar para este periodo la actividad político-electorera habitual y que los partidos y líderes políticos acuerden llevar sus propuestas y mensajes a la ciudadanía mediante actos y actividades culturales. Qué interesante sería que en el marco de eventos totalmente culturales: teatro, recitales de poesía, danza moderna o clásica, presentaciones literarias, presentaciones musicales (de todos los géneros menos el reggae malsano y vulgar), se exalte la actividad cultural nacional; se eleve el perfil del creador cultural panameño para que sea reconocido por todos. En ese marco, los que pretenden ocupar puestos de elección, podrían dirigirse brevemente a los pobladores de las diversas áreas del territorio nacional y ofrecerles un mensaje de compromiso con el desarrollo intelectual y/o cultural con los réditos que está época de bonanza económica ofrece. No hay duda de que en el contexto actual, una inyección cultural pueda abrir nuevas oportunidades para elevar el nivel sociocultural de la nación.

3- Que los partidos políticos se tomen el tiempo y muestren interés en educar, tanto política como intelectualmente, a todos sus candidatos a puestos de elección. No tiene nada de malo invertir en educación política y mucho menos en educación cultural y social. Esta propuesta tiene el potencial de disminuir, sino acabar, con el triste espectáculo que vivimos durante cada periodo de sesiones legislativas. Creo interesante llevar a cabo talleres entre ahora y el mes de mayo del 2014, en donde, con un plan de capacitación bien diseñado y estructurado, profesionales nacionales puedan facilitar estas sesiones de capacitación para el mejoramiento intelectual de la clase política.

4- Que los medios no alimenten la actividad politiquera y se pronuncien sobre el proceso únicamente cuando los planteamientos sean serios, contengan propuestas viables que redunden en beneficio de la colectividad. Que no promuevan la descalificación caprichosa y fácil de un adversario sobre otro. Los medios deben abstenerse de promover el lleva y trae pueril, la demagogia y las pretensiones de aquellos candidatos que, con la entrega de insumos temporales a gente necesitada, pretenden impulsar su imagen política. Qué interesante sería que los dueños de los medios acordaran iniciar el verdadero desarrollo cultural de la nación, y renunciaran al modelo actual para asumir el liderazgo mediático en la educación y elevación cultural de la población.

5- Atrevámonos a candidatizar ‘humanistas’, hombres y mujeres que ven como primordial para la nación no sólo su desarrollo económico, sino también, y mucho más importante, su desarrollo social y cultural. El momento ofrece la oportunidad para trabajar arduamente, sin matraqueo, en la preservación y mejoramiento de nuestra sociedad multiétnica y multicultural.

Un Pacto Ético Electoral no servirá de nada si, aunque se cumpla, el sistema político continúa marcado por el clientelismo, sin ideología ni compromiso; los gobiernos siguen abusando del erario público y la Asamblea de Diputados continúa su triste espectáculo circense. Un Nuevo Orden Social es lo que necesitamos.

COMUNICADOR SOCIAL.

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