• 25/10/2025 02:21

Panamá, epicentro de encuentros castrenses

En 1952 “el Perú firmó el Tratado de Asistencia Militar (MAP), apoyando activamente las políticas de seguridad hemisféricas diseñadas por Estados Unidos y adscribiéndose entusiastamente en el anticomunismo que emanaba de ellas. Esto dio pie a que cada vez más oficiales peruanos realizaran estudios de especialización en las instalaciones militares norteamericanas, y se abriera así una vía de transmisión de concepciones y técnicas” (Toche, 2008). En la década siguiente, muchos de aquellos militares se formarían en las bases existentes en territorio panameño.

La tensión entre Panamá y Estados Unidos iba en aumento, se había producido “la Operación Soberanía del 2 de mayo de 1958, cuando jóvenes estudiantes, liderados por Carlos Arellano Lennox y Ricardo Arturo Ríos Torres, izaron por primera vez la bandera panameña en la Zona del Canal” (Gonzáles, 2025).

En ese contexto, en junio de 1958, José Alvarado Sánchez, Encargado de Negocios del Perú en Panamá asistió a la clausura del curso de medio año de la Escuela del Ejército de los Estados Unidos en el Caribe (USARCARIB) que funcionaba en Fort Gulick en la Zona del Canal. Fueron 366 alumnos procedentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela además de oficiales latinos de Puerto Rico. Aquel año, por el Perú participaron tres oficiales y siete suboficiales del ejército: los capitanes Elio Hoyle y Carlos Puertas, el teniente Miguel Hurtado y los sargentos primeros Julio Aronez, José Aún, Mario Chávez Losada, Venancio Durand, Aníbal Huamán, Fernando Temuche y Carlos Lavander; recibiendo placa de honor el capitán Hoyle y el sargento Chávez Losada por su desempeño (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, Caja 5-20-A,of.206, doc.206,1958). El informe de Alvarado señala que en la mencionada escuela también había instructores peruanos como el mayor Atilio López Ameri (artillería) y el teniente Víctor Bustamante (policía militar). Finalizada la ceremonia Alvarado tuvo oportunidad de conversar con el brigadier general Milton L. Ogden, comandante general del ejército estadounidense en el Caribe; el coronel Ginés Pérez, director de la USARCARIB; y el teniente coronel Carlos Betances-Ramírez, subdirector de la escuela, luego de lo cual ofreció un almuerzo en Ciudad de Panamá, en el club Unión, en honor de los peruanos graduados.

Una semana después, se graduó la Clase 58-B de la Escuela de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que funcionaba en Albrook, sede del Comando Aéreo del Caribe. Anticipándose a otros diplomáticos extranjeros, Alvarado se entrevistó primero con el teniente coronel USAF Frank Rinn, director de la escuela, y el mayor general USAF Truman Landon, comandante del “US Caribbean Air Comand”. En aquella oportunidad se graduaron cinco oficiales y doce suboficiales técnicos. Los oficiales fueron los mayores FAP Francisco Sosa y Luis Gómez; los capitanes FAP Eugenio Raffo, Américo Alva y Eugenio Waltersdorfer. Los suboficiales se llamaban José Hernández, Francisco Liza Niquen, Maximiliano Millones, José Cossío, Luis Laura, Adrián Benito, José Godoy, Pascual Sánchez, Agustín Urcia, Antonio Rivera, Rubén Lezama y Humberto Arana. El discurso de despedida de toda la promoción recayó en el suboficial Francisco Liza y fue fuertemente aplaudido. Concluida la parte protocolar, la escuela ofreció un almuerzo en el Club de Oficiales de Albrook Field mientras que Alvarado invitó a una cena para homenajear a los diecisiete flamantes graduados (MRE, Caja 5-20-A,of.214, doc.214,1958). Durante los cursos se buscaba reforzar la idea de que “la potencia militar de un país comprendía dos términos absolutamente inseparables: por otro lado, las fuerzas armadas y, por otro lado, lo que la doctrina denominaría ‘fuerzas vivas de la Nación’” (Toche, 2008).

Ambas graduaciones coincidieron con la visita a Panamá del Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea del Perú, mayor general FAP Guillermo Alegre Soriano que llegó con el coronel USAF George Criss, jefe de la misión aérea estadounidense en el Perú. Los dos habían llegado para asistir a la reunión semianual de los jefes de las misiones aéreas norteamericanas desplegadas en el continente. Alegre Soriano aprovechó la ocasión para reunirse con el jefe de la Guardia Nacional de Panamá, coronel Hernán Valdés, y estrechar lazos institucionales. Alvarado cerró su informe indicando que todos los integrantes castrenses de los dos cursos regresaron a Lima el 15 de junio de 1958.

Diez años después, “la valoración que algunos generales peruanos daban a la instrucción ofrecida por los norteamericanos no parece haber sido de las mejores (...) debido al rechazo al imperativo de subordinar a las fuerzas militares latinoamericanas, que obligaba a actitudes pasivas y acríticas inaceptables para el arraigado sentimiento nacionalista desarrollado por los militares peruanos” (Toche, 2008). En octubre 1968 se produciría un golpe de Estado contra el gobierno constitucional del arquitecto Belaúnde Terry generándose así un nuevo capítulo en la historia política, comercial y agrícola peruanas.

El autor es exembajador del Perú en Panamá, Honduras y Guatemala
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