• 30/07/2022 00:00

Panamá necesita flujo de energía local

Aunque los cierres de calle han doblegado al gobierno, muchas personas quedaron sin sustento, sin combustible ni alimentos para mantener su energía corporal o municipal

La situación actual del país no es sencilla. Llevamos más de dos semanas de protestas y más de una semana de paralización total para lograr la estabilización del combustible cosa que ya se logró. Paralelo a esa petición hay muchas en la palestra, principalmente disminuir la corrupción. Ya algunos grupos organizados lograron la estabilización del combustible. Una vez logrado este objetivo es coherente disminuir la presión sobre el sistema actual. En otras palabras, reabrir las vías, al menos parcialmente, por los motivos siguientes.

Un sistema país necesita energía, de la misma manera que un cuerpo humano también necesita energía. La energía para el sistema país, entiéndase sistema país todos los componentes de la estructura de un país, incluyendo su gobierno, miembros de Estado, y la ciudadanía en general que trabaja y mueve el sistema país. La energía para el sistema país en la actualidad proviene del combustible, los alimentos y por supuesto el dinero para alcanzar los dos primeros componentes energéticos del país.

Los cierres de calle extremos impiden que fluyan medicinas, combustible y alimentos. En resumidas cuentas, impiden que fluya la energía para que el país funcione. Estos cierres son como coágulos arteriales. En un cuerpo humano un coágulo arterial, un taponamiento en el sistema circulatorio, produce un déficit de energía en las regiones que dicha arteria alimenta con sangre. La sangre transporte nutrientes, oxígeno, patógenos, anticuerpos, hormonas entre muchos otros componentes que interaccionan en el cuerpo humano para su funcionamiento. ¿Qué sucede cuando una región corporal humana es limitada en flujo circulatorio? Dicha región colapsa porque se queda sin nutrientes para funcionar.

Las calles de Panamá son como las arterias humanas por allí pasan alimentos (nutrientes), oxigeno (en la actualidad el oxígeno para el funcionamiento del país es el combustible), patógenos (delincuentes de todo tipo), anticuerpos (sistema de seguridad pública y medicinas), hormonas (trabajadores y sociedad civil que agilizan y regulan todo), entre muchas otras cosas. Las hormonas del país (sus trabajadores y la sociedad civil) han provocado coágulos en las arterias viales impidiendo el paso de componentes para la energía del país. No podemos seguir así de lo contrario algunas regiones del país podrían colapsar de la misma manera que el cuerpo humano sufre un derrame cerebral, rotura muscular, o lo peor un ataque cardíaco.

Esta analogía entre el sistema circulatorio humano y un sistema país nos debe hacer reflexionar sobre las consecuencias que el cierre del país por casi una semana ha provocado en muchas regiones. Es cierto que se ha doblegado al gobierno, pero también es cierto que muchos ciudadanos se han quedado sin sustento, sin combustible y sin algunos alimentos para mantener su energía corporal o municipal. Lo más acorde es reabrir las vías, al menos parcialmente, para darle fluidez a la energía del país. Panamá necesita una retroalimentación negativa, una autorregulación de su propia gente para evitar un colapso sistémico generalizado, porque la reparación a un colapso sistémico si es realmente costoso.

Docente de Fisiología y Comportamiento Animal de la Universidad de Panamá
Lo Nuevo
comments powered by Disqus