• 28/04/2010 02:00

Violencia o Paz Social

Cada día se hace más frecuente ver en diarios locales titulares como: “Matan menor a tiros”, “15 homicidios en weekend”, “estudiantes he...

Cada día se hace más frecuente ver en diarios locales titulares como: “Matan menor a tiros”, “15 homicidios en weekend”, “estudiantes heridos en tiroteo”, “balean a menor”, etc.

Los informes de las estadísticas policiales evidencian incremento de la violencia y criminalidad, producto de actos delincuenciales que van del robo al homicidio.

La acción de la delincuencia se incrementa y con ella crecen los niveles de inseguridad. La ciudadanía se siente desprotegida en su honra y bienes frente a los desmanes de malhechores inescrupulosos, nacionales o extranjeros.

El arribo clandestino de miembros de organizaciones del narcotráfico y crimen organizado proliferan delitos como el secuestro o sicariato, que con anterioridad eran prácticamente inexistentes en Panamá.

Un considerable segmento de nuestros jóvenes viene deformado su conducta, ingresando a pandillas con el concepto erróneo de encontrar solución a sus problemas de hogares disfuncionales, los cuales se reflejan en situaciones, emocionales, sociales y económicas de marginalidad.

A esta realidad se suma la fechoría común (robos, violaciones carnales y todo tipo de desmanes), que atenta contra la seguridad ciudadana; independientemente a las acciones que ejecutan la policía y el Gobierno Nacional.

Lo cierto es que los delincuentes cuentan con recursos económicos que les permiten la adquisición de armas, bienes y "aliados" que les facilitan cualquier tipo de argucias (algunos subterfugios legales, pero no éticos ni morales), lo cual les permite mejorar significativamente la logística de sus operaciones y atemorizar a la población.

Esta perspectiva es poco alentadora y crea profunda preocupación e incertidumbre en la población, en espera que las autoridades implementen correctivos eficaces para controlar la ola de transgresiones que trastoca la estabilidad, paz y seguridad social.

Es ineludible implementar leyes efectivas, así como estrategias pertinentes y prácticas, dirigidas a salvaguardar a la población y frenar a los delincuentes sean menores o mayores de edad, pobres o ricos, independiente a su nivel social. Es innegable que la crisis de valores se profundiza más y con ella el canibalismo humano, por ello, se hace necesario que tanto el gobierno (Ejecutivo, Judicial y Legislativo), como el resto de los actores sociales de la comunidad, fundamentalmente la familia (como principal pilar de nuestra sociedad) y los medios de comunicación, retomemos responsablemente el papel protagónico que nos corresponde en la educación y orientación de nuestros niños y jóvenes.

De igual forma debe revisarse la Ley de migración y ser más exigente con el acceso de extranjeros, sin limitar la entrada de profesionales e inversionistas, los cuales deben ingresar plenamente identificados como tales.

Es preciso que la política de gobierno se asiente en Planes de Estado, instituidos  en políticas sociales vinculadas a lograr  mejores niveles educativos, así como empleos decorosos y el respeto a los derechos humanos, lo cual contribuirá a que los beneficios del crecimiento económico fluyan a la población.

*La autora es educadora y economistadiostesalvepanama@yahoo.com

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