• 25/08/2018 02:00

Pitágoras, el hermético

La humanidad en su devenir procrea seres luminosos, arquetipos, transgresores. Pitágoras, el presocrático, el auriga

La humanidad en su devenir procrea seres luminosos, arquetipos, transgresores. Pitágoras, el presocrático, el auriga del espíritu es uno de ellos. El campeón olímpico posee memoria visual, la mente es fotográfica. El innovador social y político defiende el derecho a disentir, a debatir ideas, es un libre pensador.

La democracia está vinculada con la educación y la libertad. El saber es como las estaciones, no se cosecha sin haber sembrado. El saber es un laberinto, su estudio no tiene fin. El aprender es el acto matemático por excelencia. Uno debe pensar por sí mismo. Ser libre es tener control de sí mismo. La educación nos enseña el futuro. Que nadie te persuada de hacer o decir lo que eres.

La democracia propicia la armonía social, la tolerancia a la diferencia. La democracia solo es posible con ciudadanos ilustrados y se da en un entorno social de plenas libertades y así lo proclama Pitágoras con el ejemplo: inspira sin imponer doctrinas.

Pitágoras, el músico, funda la acústica, une la geometría con los sonidos, desarrolla la música de las esferas. La música es terapéutica. Flaubert, el perfeccionista, le da un ritmo musical a su prosa. Edgar Allan Poe aplica la matemática al diseño de la narrativa. Leonardo Da Vinci es un hijo de Pitágoras.

El número es el ente ontológico, hay una relación aritmética en el universo humano y físico. Los números son símbolos vivientes. Pitágoras para contar utiliza letras, como lo hace Richard Brooks en su obra Éxtasis. Lo indiviso se divide, como lo prueba hoy ‘la partícula de Dios'. Lo múltiple se unifica, como la nación panameña, somos una nación aluvional, lo diferente nos caracteriza.

Pitágoras, el matemático, crea la estrella de cinco puntas y el número áureo admirado por los arquitectos. La bandera panameña es pitagórica. El filósofo aplica la mayeútica como contrapunto para generar paradojas. La armonía dialéctica unifica los contrarios.

Don Quijote se inspira en Pitágoras al ofrecerle a la mujer el derecho a la educación y en la Edad Dorada propicia el derecho de la mujer a ser protagonista de la historia.

Pitágoras, en las academias, le da a la mujer el derecho a desarrollar el pensamiento crítico. La mujer es agua profunda, sus límites no se conocen. Las mujeres tienen una intuición fulgurante. Teano, la esposa, desarrolla con él el famoso teorema que marca toda una época.

Pitágoras, el astrónomo, promueve la teoría heliocéntrica, prueba la redondez de la Tierra, establece el calendario de 365 días y considera a nuestro planeta como un astro en rotación permanente. El maestro del futuro aboga por la igualdad de los sexos, con el aprendizaje del equilibrio. Para él, la familia es un embrión del universo, es iniciática, el hogar es una fuerza moral en expansión.

La pedagogía, tiene para él un fundamento filosófico y ético. La oscuridad es necesaria para que surja la luz. Somos eternos aprendices. La verdad es como un sol cuyos rayos nos tocan. Un espíritu puro no puede ser esclavo de nadie. No se puede fingir ser bueno. Los hombres quieren honores, pero no el honor. Todos los hombres juntos son la humanidad. No se puede obligar a ningún hombre a confundirse con sus cadenas. No escuches a quienes te adulan. Sé bueno para ser mejor. La injusticia tiene triunfos fáciles. Las riquezas hay que poseerlas con justicia. En la duda abstente. Lo esencial es ser justo. No escriban sobre la nieve, adoren el eco de las tormentas.

Pitágoras crea el sistema de becas para estudiar. La educación es una obra colectiva, aluvional, cada cultura aporta experiencias e ideas renovadoras. La pedagogía es creativa y humanística, hoy la educación es lucrativa y utilitarista, sin valores éticos.

La psicología tiene en Pitágoras uno de los baluartes. Las reacciones de un ser humano son previsibles al descifrar las proporciones de sus rasgos. Escribe un tratado sobre la melancolía, el desaliento y la cólera. Las cejas y las muecas de los labios describen el alma. Señala, ningún hombre es libre si no sabe controlarse. Para él, el alma y la materia están en constante mutación. Aplica la terapia musical para curar. Pitágoras es un nazareno de las almas.

Pitágoras vive en Egipto 22 años, en Babilonia 12. Es contemporáneo de Zaratustra, Lao Tsé, Buda, Confucio y Jeremías. Palabras pitagóricas son filósofos, cosmos, teatro, taxi, etcétera. Influye en Platón, Eratóstenes, Alejandro, Hermes, Cicerón, Copérnico y Kepler. El pensamiento pitagórico tiene potencia genética.

Henriette Chardak, la autora de la magnífica biografía de Pitágoras, con estilo puntual, prosa poética y metafórica, traza un perfil con múltiples matices de un hombre carismático. Henriette estudió todas las fuentes bibliográficas y nos ofrece un ensayo de alta calidad académica, con el agregado de humanizar a un ser que compite con los dioses del Olimpo y que hoy, está presente en las distintas manifestaciones culturales del siglo XXI.

El legado pitagórico es un frondoso árbol de múltiples ramas y raíces. El hombre semilla prueba que las matemáticas pueden describir la realidad e inventa la raíz cuadrada. Pitágoras es ecologista y, como vegetariano, confronta la violencia contra los animales.

HISTORIADOR, ESCRITOR Y DOCENTE.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA. CHARDAK, HENRIETTE. PITÁGORAS, EL ENIGMA / TRADUCCIÓN DE HILDA GARCÍA. BUENOS AIRES: EDITORIAL EL ATENEO, 2008. 496 P. IL.

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