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En seguimiento a mi artículo previo sobre la edad de jubilación, reflexiono en esta glosa sobre el impacto que tendría la postergación por seis años del aumento en la edad de jubilación en Panamá.
En ese sentido, lo primero que se viene a la cabeza es que la anunciada postergación del aumento en la edad de jubilación es una medida que busca ganar tiempo —pasándole el problema a la próxima administración— y evitar un impacto inmediato en la población, amén del costo político que ya arrastra la nueva Ley 462, que reforma la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social.
Sin embargo, es crucial que se continúe trabajando en la búsqueda de soluciones integrales para garantizar la sostenibilidad del sistema de seguridad social en Panamá a largo plazo, trascendiendo los aportes adicionales, estimados en $1.000 millones anuales anunciados por el gobierno; lo que significa, según la agencia calificadora Fitch Ratings, que se resuelve el tema financiero de la CSS por un tiempo, pero realmente no está reduciendo el problema, sino que se lo está migrando al gobierno central, y nos hace mantener la perjudicial pérdida de nuestro grado de inversión.
Pero, volvamos al asunto de este artículo y veamos a continuación algunos aspectos relativos al significado y contexto de la postergación, así como las implicaciones de esta prórroga y algunas medidas para mitigar el impacto. Teniendo claro de entrada que, la postergación implica que el problema de fondo no se ha resuelto, sino que se ha pospuesto, lo que podría generar mayores desafíos en el futuro.
Para comenzar, vale recordar que, la decisión de posponer —por seis años— la posibilidad del aumento de la edad, significa que, por el momento, se mantienen las edades de jubilación actuales (57 años para mujeres y 62 años para hombres). Esto es el resultado de un consenso en la asamblea nacional, donde se decidió mantener las edades actuales de jubilación. Veamos el impacto que puede tener esta medida, en el contexto de los desafíos que enfrenta la CSS debido al envejecimiento de la población y otros factores.
A corto plazo, es obvio que le medida representa un alivio para la población trabajadora, que no verá un cambio inmediato en sus planes de jubilación. Sin embargo provoca una presión financiera continua sobre la CSS, que deberá buscar otras formas de equilibrar sus finanzas.
La mentada prorroga también tiene importantes implicaciones económicas, pues el sistema de pensiones tiene un impacto significativo en la economía del país, y cualquier cambio en su estructura puede afectar el consumo, el ahorro y la inversión. Entonces, será crucial para la estabilidad económica del país, mantener la sostenibilidad financiera de la CSS. No nos podemos quedar a perpetuidad sin aumentar la edad de jubilación.
En ese sentido, mientras se mantenga la postergación del aumento en la edad de jubilación en Panamá, será necesario tomar medidas adicionales para garantizar la sostenibilidad del sistema de seguridad social. Veamos para terminar algunas medidas recomendables.
Por lógica lo primero tiene que ser buscar la manera de fortalecer el financiamiento y aquí hay por lo menos cinco medidas: considerar un aumento gradual en las contribuciones de los trabajadores y empleadores para generar mayores ingresos para la CSS; explorar nuevas fuentes de ingresos, como impuestos específicos o inversiones, para reducir la dependencia de las contribuciones salariales; fortalecer los mecanismos de control para reducir la evasión de cuotas y garantizar que todos los trabajadores y empleadores cumplan con sus obligaciones; optimizar la gestión de los fondos de la CSS para obtener mejores rendimientos y garantizar su uso eficiente, y; crear empleos formales para asegurar que los trabajadores contribuyan al sistema de seguridad social.
Por otro lado, será necesario implementar medidas para ajustar los beneficios. Veamos las siguientes tres: ajustar las fórmulas utilizadas para calcular las pensiones para garantizar que sean sostenibles a largo plazo; limitar el monto máximo de las pensiones para reducir el gasto total del sistema, y promover el ahorro individual complementario para que los trabajadores puedan complementar sus pensiones públicas.
No menos importante serán las medidas para modernizar la gestión de la CSS. Por lo menos habrá que: implementar tecnologías y procesos más eficientes para reducir los costos administrativos, y optimizar los servicios de la CSS para brindar una atención más eficiente y oportuna a los jubilados.
Finalmente, es importante destacar que la implementación de estas medidas requerirá un amplio consenso social y político para garantizar su efectividad y sostenibilidad a largo plazo.