¡El PRD que queremos!

El pasado 31 de julio, conmemoramos 30 años de la partida del general Omar Torrijos Herrera, máximo líder, guía y fundador del Partido Revolucionario Democrático PRD.

El país entero lo recuerda con respeto, por sus logros y el sitial en que colocó al Istmo panameño en la década de los años 70 con la firma de los Tratados Torrijos—Carter el 7 de septiembre de 1977. Que concluyó el 31 de diciembre de 1999 con la reversión del Canal de Panamá y las tierras ocupadas por las fuerzas norteamericanas, poniendo un punto final a la presencia ‘Zonian’ en nuestro territorio.

Es por ello, que me permito compartir con ustedes algunas reflexiones, sobre el Partido de Omar.

Han transcurrido muchos años, lo que nos ha alejado del Norte que nos dejó el líder, apartándonos de los principios e ideales torrijistas, excluyendo la participación del hombre del campo, del artesano, del maestro, de la juventud, del trabajador, de los pensadores de izquierda, de centro y de derecha, en fin de todos.

En los últimos meses, hemos observado acciones que nos han llevado a cometer errores, como la tan mencionada ‘Hoja de Ruta’, y la elección del precandidato presidencial, en una fecha que riñe con la Ley y el mandato del Tribunal Electoral, máximo órgano encargado de diseñar, cumplir y hacer respetar las reglas del juego del torneo electoral que se avecina en el 2014.

También hace poco, presenciamos un proceso electoral interno, para elegir a las autoridades de la juventud de nuestro colectivo político. Durante este escrutinio, la nota característica fueron las denuncias de irregularidades, y los graves señalamientos de un proceso desproporcionado, debido a que uno de los dos aspirantes a la Secretaría de la Juventud se enfrentaba a la estructura y al respaldo de un precandidato presidencial, lo cual aplastaba cualquier posibilidad de triunfo. Mientras que sus autoridades del PRD guardaban silencio frente a semejante atrocidad.

¿Es ese el PRD que queremos?, estamos seguros que no.

Deseamos un colectivo que permita una participación transparente, en iguales condiciones que dé como resultado la oxigenación de sus estructuras y el relevo de sus autoridades, para de esa manera permitir nuevos aportes, y lograr la integración de sus miembros y de todos los sectores.

Queremos un Partido, cuyo actuar sea en estricto apego a la Ley, y no donde se adecúe al sentir o intereses de unos cuantos sobre la voluntad de la mayoría. Anhelamos un CEN, que sea imparcial que responda a la voluntad de los integrantes del Partido, y no que manifieste predilección por una persona o por un grupo de personas.

Buscamos, una juventud libre de los tentáculos de individuos que desean manipular a ese segmento importante del colectivo, intimidando o coartando el pensamiento de nuestros jóvenes líderes.

Aspiramos a una juventud combativa, con libertad de pensamiento, con ideas frescas, con aportes concretos, pues serán ellos los que liderarán nuestra Nación en los años venideros.

El PRD que queremos, es un Partido Revolucionario Democrático unido, garante de las instituciones democráticas, crítico, con propuestas, con sueños, con ideales.

Porque el político piensa en las próximas elecciones, y el estadista en las próximas generaciones.

PRECANDIDATO PRESIDENCIAL.