• 01/09/2020 00:00

Proteger al esclavista para proteger al esclavo

“El empleo se defiende haciendo valer el derecho a la vida digna del trabajador, impidiendo que el empresario-accionista abuse del trabajador por ser la parte débil de la relación laboral […]”

Hace poco, el autoproclamado “libertario”, Roberto Brenes, escribió un artículo: “Proteger la empresa para proteger el empleo”. Lo firmó como director de la “Fundación Libertad”, pero utiliza diferentes sombreros, según convenga; financista, economista y directivo de Canal Bank, entre otros. En su artículo argumenta en contra del trabajador, como lo hace cualquier empresario: “hay que proteger el esclavista para proteger el esclavo”. Es esto lo que afirma con absoluto cinismo.

Argumenta que se debe modificar el Código de Trabajo, “para proteger las empresas y los empleos”, porque, como supuesto “libertario”, las organizaciones sindicales no deben existir, sino la relación “bilateral”, de “mutuo entendimiento” entre el empresario y el trabajador; “la libertad de contrato”, le llaman. Dice que los sindicatos no representan la mayoría de los trabajadores, pero él y todos los gremios empresariales obstaculizan su creación, y quisieran que no existieran, a menos que sean sindicatos amarillos. “Supuesto libertario”, porque cuando se trata de la intervención del Gobierno para salvaguardar el capital financiero y la empresa, en eso está de acuerdo.

Brenes afirma, falazmente, que la causa del desempleo es la protección del empleo, de los salarios y de la seguridad del trabajador, que contiene el Código de Trabajo, que “impone al empleador-capitalista cargas laborales y económicas”. Su lógica: para defender el empleo hay que desproteger al trabajador. Es la diatriba de siempre, adornada con la falsa defensa al esclavo-trabajador, a través de defender el esclavista-empresario.

Otra falacia: la empresa es la creadora del empleo. Esconde al accionista, al propietario del capital, de los medios de producción, llamándole “empresa”. Dice, el objetivo del accionista es generar empleo, lo cual es falso. Su propósito es apropiarse del máximo excedente-ganancia, y no lo puede hacer sin contratar trabajadores, generadores de la riqueza. El empleo es resultado de este propósito. Si pudieran ganar dinero sin contratar trabajadores lo harían. El defender “la empresa-accionistas” para defender el empleo, es puro cuento; es pretender defender el esclavo defendiendo al esclavista, porque sin esclavista no hay esclavos. Es de los absurdos más bestiales, que se repite una y otra vez, y pretenden que el propio trabajador-esclavo, lo asimile, que crea que es así.

El trabajo existe desde los inicios de la humanidad. Esto lo ignora, intencionalmente Brenes. Además del paleolítico, ha existido el trabajo esclavo-esclavismo, del campesino siervo-feudalismo y el trabajo asalariado-capitalismo. El denominador común de los tres es la propiedad de los medios de producción. La propiedad privada instituida como un designio divino y no creación de los seres humanos, unos pocos que expropiaron los medios de producción a la mayoría que los poseía. La causal esencial de que el trabajador tenga que vender su capacidad de trabajar, y que esté obligado a hacerlo, porque históricamente fue despojado de los medios de producción, ahora Brenes pretende presentarla como “creadora de empleos”; “la gran benevolencia” del expropiador-accionista-capitalista, por lo que presenta la defensa del esclavo a través de defender el esclavista, que es su verdadera intención.

Los “despidos inmediatos”, que reconoce está haciendo la patronal, es por la ley que ha aprobado el Gobierno, dice. Una ley que lesiona los derechos de los trabajadores, pero que para Brenes (y los gremios empresariales) nunca será suficiente, hasta que desaparezca el Código de Trabajo, máximo anhelo de sectores, profundamente retrógrados. NO; los despidos son resultado de salvaguardar la ganancia del accionista, por encima de la vida humana, en lo que el Gobierno ha sido complaciente, pero que para la ultraderecha no es suficiente. Solo se genera el empleo que permite maximizar las ganancias (o minimizar las pérdidas del accionista). El empleo es un resultado y no un propósito del capitalista-accionista. Esto pretenden ocultarlo Brenes y seguidores.

Afirma que es falso que el trabajador sea la parte más débil; contrariamente señala que la débil es “la maltrecha empresa privada”. ¡Esto es de bárbaros! Ni él lo cree. Oculta al accionista y olvida las ganancias acumuladas de todos los períodos previos de bonanzas. ¡Esto no se toca!, reclamaría Brenes. “No hay panaderos sin panadería ni meseros sin restaurantes ni pilotos sin aerolíneas”, dijo, parafraseando a su esposa Eleta. Expresiones huecas y falsas, porque hay panaderos sin panaderías, pero no panaderías sin panaderos. El trabajador es lo esencial. Puedo añadir que no hay esclavo sin esclavista, campesino siervo sin señor feudal ni trabajo asalariado sin capitalista, pero no se deriva que al defender al esclavista defiendo al esclavo. Es una absurda falacia; profundamente ideológica, que quiere presentar la maldad como misericordia, el mal como el bien. Con pretendida ingenuidad se pregunta: “¿Por qué querría abusar un empleador de empleados que necesita para llevar adelante su emprendimiento?”. Es igual preguntarse ¿qué sentido tiene para el esclavista matar al esclavo, si con ello pierde un trabajador”. Sencillo, Brenes: es la manera de aleccionar a los otros esclavos para que no pretendan liberarse, de “disciplinar” al trabajador para que no defienda sus derechos, y el empresario-accionista lo hace porque “existen miles de desempleados” que lo pueden remplazar.

NO. El empleo se defiende haciendo valer el derecho a la vida digna del trabajador, impidiendo que el empresario-accionista abuse del trabajador por ser la parte débil de la relación laboral, y haciendo que aporte a la crisis sacrificando parte de las ganancias que los trabajadores le han permitido obtener por muchos años, y no como usted pretende: defendiendo al esclavista para defender al esclavo.

Profesor de Economía, Universidad de Panamá.
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