¿Proteger los niños o abusar de ellos?... una opinión

A mediados de julio del 2022, en el sector este de la capital, un menor, de trece años, ingresó a una cancha de fútbol, minutos después cayó inconsciente, llegando muerto a un centro de atención. Sin necropsia, porque las prohibieron, consignaron “septicemia” como causa de muerte. Según la madre, su hijo era sano y no tenía antecedentes recientes de fiebre, heridas o malestar. Días antes había recibido la segunda dosis de la “vacuna” contra el COVID. En el sector oeste, una mujer de 30 años, madre de tres niños, falleció después de recibir la segunda dosis de la “vacuna”; a sus tres hijos, por coerción, les aplicaron dos dosis del biofármaco, y deben seguir usando mascarillas.

En octubre 2022, el CDC, recomendó incluir las “vacunas” en el programa de vacunación infantil. Algunos medios de comunicación han publicado notas e imágenes de menores sometidos a tratamientos hormonales e incluso cirugías para revertir el desarrollo propio de su sexo; al respecto, el 4 de noviembre de 2022, el Dr. Joseph Ladapo, cirujano general del estado de Florida, comunicó: “Hoy, las Juntas de Medicina... votaron para proteger a nuestros niños de cirugías irreversibles y tratamientos altamente experimentales. Aprecio su integridad por decidir en el mejor interés de los niños de Florida”.

Mientras tanto, en Escocia investigan exceso de muertes neonatales ocurridas después de la vacunación, pero no van a tomar en cuenta el dato, “por el riesgo de que se use la información para dañar la confianza en las vacunas”.

El Dr. Peter McCullogh, bajo juramento, dijo: “las inyecciones de ARNm matan a los niños. Dos adolescentes murieron por inyección confirmada por las autopsias”. Concluyendo: “todas las inyecciones deben detenerse inmediatamente, y retirarse del mercado antes de que mueran más niños”.

Con la inoculación a embarazadas rebasaron los linderos de la racionalidad y la vesania, extendiendo la agresión hasta el interior del útero; lo que ha provocado un aumento de abortos, malformaciones y muertes fetales; además de una reducción significativa en la tasa de natalidad.

Aquí, no obstante que la administración prometiera conferirle prioridad a la niñez, mantiene la inoculación; aunque no sorprende, puesto que, a pesar del tiempo transcurrido, ni siquiera han esclarecido los abominables crímenes cometidos en perjuicio de los menores bajo custodia del Estado. Y en medio de este escenario, la mayoría de profesionales de salud, igual que los Comités de Bioética, sumidos en el mutismo. El daño, el engaño y el menosprecio a derechos fundamentales, son insultantes e impropios de un Estado de derecho.

La corrupción y la incompetencia en salud causan estragos, el holocausto es prueba de ello. Los promotores y cómplices de la agenda genocida, deben saber que la tortura, los tratos crueles, degradantes e inhumanos, no prescriben y menos aún, podrían ser objeto de amnistía, aunque ello no impedirá que sigan imponiendo la censura e impidiendo la disidencia, con tal de alcanzar sus nefastos propósitos; por ello urge superar el marasmo, para exigir que los responsables rindan cuentas y hacer que prevalezca la justicia; todo, excepto permitir que la codicia, el afán de lucro y la voluntad de dañar predominen en el ejercicio de la Medicina.

El Estado ha colapsado, no solo el Sistema Sanitario y los involucrados deben rendir cuentas, de aquí la pertinencia del proceso Constituyente y la prioridad de sanear el sistema de administración de justicia. Basta de manipulación, de complicidades y de daños. Coraje para cambiar lo requerido o aceptar que ahora, esclavitud signifique libertad... ¿Usted qué opina?