• 08/09/2020 17:56

Los retardos en la política económica en Panamá (II)

La generación de riqueza en Panamá no se verá, a menos que el calendario de apertura del resto de las actividades económicas

Señalaba en la primera parte de este ensayo que el SARS-COV-2 ha generado un trastoque a toda la institucionalidad científica, económica y social-familiar, en todo el orbe.

Por la parte científica, el virus ha generado un reto inmenso ya que muy posiblemente, por primera vez en la historia, universidades, laboratorios, gobiernos comparten la mayor cantidad de data generada hasta ahora para la consecución de una o varias vacunas para un solo patógeno.

Por la parte social-familiar, debido a las medidas de salud pública establecidas y las sanitarias puestas en práctica dentro y fuera de casa.

Por el lado de la política económica, las medidas han desbordado los presupuestos de gobiernos, empresa privada y también los ahorros de las familias por la paralización generalizada, dando lugar en el caso de los Gobiernos a un incremento sustancial de sus Deudas Públicas para poder hacerle frente a las carencias presupuestales.

En nuestro caso, la deuda pública se ha incrementado al menos $5 mil millones solo este año, la cual se ha destinado para emparapetar el presupuesto, mermado sustancialmente por el pobre crecimiento económico de los últimos años, sin contar el desastroso manejo de las finanzas públicas de la anterior administración y, para enfrentar el virus y cada una de las medidas de soporte, como el nombramiento de personal médico y de salud, el Bono Solidario, las bolsas de comida, los equipos de protección personal (EPP), los medicamentos, pago de hoteles-hospitales, entre otros.

El cierre y desaparición de gran parte del espectro de las pequeñas y micro empresas, y sus empleos, sin descuidar las actividades informales, muestran un horizonte desalentador, sobre todo porque muchos de dichos agentes no tienen recursos para volver a abrir y, aunque el gobierno ha logrado acuerdos con organismos internacionales para reestablecer líneas de crédito de soporte para estos agentes, las garantías, colaterales y condiciones, no creo ayuden mucho para la superación de la crisis.

La suspensión generalizada unos 270 mil contratos según cifras oficiales, muchos de ellos se convirtieron en despidos, bajo la figura del Mutuo Acuerdo, y la gran mayoría no regresarán a sus labores porque el mercado no da para la recontratación de todos, lo que me lleva a pensar que muchos más serán liquidados. Por lo tanto, a la variable macroeconómica a seguirle la pista, será el consumo y su peso específico en el PIB el que mostrará la tónica para la recuperación de valores perdidos para luego crecer.

Considerando esto, será a partir de la última semana de este mes que las restricciones a la movilidad se levantaran y el mercado empezará a sentir las vibras de mejoras.

Ello nos motiva a presentar lo que se denomina como Retardos en las decisiones de política económica (II), enfocado al comportamiento de variables específicas.

En la primera parte, indicaba que “se hace fundamental conocer, de verdad, cómo funciona la economía de un país en términos macroeconómicos y otra cómo desarrollan los agentes privados sus actividades y, a partir de allí, en qué medida se aplicarán los correctivos respectivos, esto es, las acciones de política económica”.

En cuanto a las variables macro, el comportamiento del consumo (privado y público), la inversión (privada y pública), las exportaciones e importaciones, todas ellas funcionando de manera conjunta y siendo su saldo neto el Producto Interno Bruto (PIB), pero determinante es el peso específico de cada una.

Es en estas y otras variables importantes, donde la política económica debe ajustar las tuercas.

Mencioné que los retardos son el tiempo de respuesta en el que un Gobierno no solo en el reconocimiento del problema, sino en los momentos de decisión y sobre todo de acción (esto vale para la empresa privada), puede revertir tendencias para mejorar las situaciones adversas que lo aquejan.

Para estar claros, los retardos se dividen en tres momentos: reconocimiento, decisión y acción.

Traslademos estos momentos a la vida del panameño en los últimos cinco meses y confrontemos algunas acciones y decisiones adoptadas y sus resultados.

Producto del virus como elemento exógeno en esta ecuación y los retardos en el reconocimiento, decisión y acción adoptados por el Gobierno Nacional, la generación de riqueza no se verá, a menos que el calendario de apertura del resto de las actividades económicas mejore para que la caída del PIB sea menos estrepitosa.

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