La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 29/05/2012 02:00
Martinelli: el robo como negocio
Hace poco el presidente Ricardo Martinelli expresó que su primer negocio había sido comprar un biombo (resortera) a 7 centavos y venderlo a 75 centavos. Se convenció entonces de que lo mejor en la vida era ser empresario.
Su pensamiento es un postulado de muchos ‘empresarios’. Robarle a la gente lo consideran un gran negocio. Comprar barato y vender caro es robarle a la gente, un ‘robo’ que está legalizado por el sistema.
Comprarle al campesino sus tierras a B/.100.00 la hectárea para venderla a B/.2,000 y B/5,000, es un robo, pero para ellos es un ‘negocio’.
Las tierras de Juan Hombrón, del ‘florista’ de Paitilla, donde se haría el hospital de Chepo, el acaparamiento de playas, islas, costas, las concesiones hidroeléctricas y de minería, recursos de todos los panameños, estos robos, son ‘negocios’.
Esta filosofía no solo es del actual gobierno también de los anteriores. La diferencia es quién utiliza el poder del Estado para robar, perdón, para hacer ‘negocio’.
Las grandes fortunas no provienen del trabajo honesto, sino preguntémosle al campesino, al indígena, al trabajador en general, quienes han trabajado toda la vida, honestamente.
Entrar pobre al gobierno y salir millonario es robar, pero igual ladrón es el que entra millonario (porque ha robado antes) y sale más millonario.
La disminución de impuestos a las empresas y a los altos ejecutivos y directivos gubernamentales que hizo el actual gobierno, fue un robo al pueblo panameño. Aumentó el ITBMS, otro robo al pueblo, para compensar la rebaja (el robo) de los empresarios y funcionarios de altos sueldos.
Redujo los impuestos a los casinos, de los cuales es accionista. Redujo los impuestos a las canteras, cementeras, areneras, a la minería. El grupo de Fifer compró tierras a campesinos en Petaquilla a precios miserables y luego las puso de respaldo para préstamo millonario.
Para estos empresarios, y el presidente Martinelli es un fiel exponente, tales prácticas no son un robo, sino un buen ‘negocio’. La rebaja de impuestos a los que más tienen haciendo uso del poder del Estado, es un robo al pueblo.
Antonio Fletcher, del gremio empresarial, férreo opositor de los aumentos de salarios a los trabajadores, hace poco hizo una defensa apologética del gobierno; comprensible cuando comparte la filosofía ‘empresarial’ del presidente. Debe haber ‘libertad’ para subir los precios (la ‘libre empresa’), pero sí se deben impedir los aumentos de salarios.
Ahora el gobierno quiere vender acciones rentables de empresas estatales para utilizar los recursos en el presupuesto, además de aumentar el tope del déficit fiscal. Los problemas fiscales, debido a la reducción de los impuestos a los empresarios y a quienes tienen altos salarios, y al gasto público desenfrenado para hacer ‘negocio’ (robar), ahora los quieren solucionar con otro robo, el de las acciones de las empresas estatales rentables. Estos sí que saben hacer ‘negocios’.
Lo sorprendente es la pasividad del pueblo panameño ante estas prácticas del gobierno. Tan sorprendente como el que el Partido Revolucionario Democrático (PRD) diga estar preocupado por la democracia, cuando ellos comparten esta filosofía empresarial. Es otro robo del patrimonio de los panameños, legalizado por la venta a grupos privados, entre los que ellos pueden estar. Martinelli ya tiene experiencia con su socio Virzi, en la compra del Ingenio La Victoria. También la tiene Anel ‘Bolo’ Flores del PRD, con la compra del ingenio de Alanje, Pérez Balladares y su amigo Roosevelt Thayer, con los casinos, así como la familia de su exministro, Aramburu Porras, y otros empresarios más.
Comprarle barato empresas al Estado es un buen ‘negocio’. Si bancos estatales la financian, es aún mejor ‘negocio’. Son robos con mascarada de ‘negocio’.
¿Cómo podemos esperar que un presidente con esta filosofía del robo como negocio, detenga los altos precios de los alimentos y de la gasolina? Para ellos comprar barato y vender caro, robándole a los consumidores, es un buen ‘negocio’.
Es comprensible, también, que estos empresarios, cuando aumentan el salario mínimo, se lo quiten (roben) nuevamente a los trabajadores, y algo más, aumentando los precios.
Esta forma de hacer ‘negocio’ robándole a la gente, está legalizada, por ello la sinvergüenzura y el cinismo de gritarlo a los cuatro vientos.
Debemos, el pueblo panameño, encontrar alternativas para impedir que continúe la filosofía del robo como negocio. No lo debemos tolerar.
*PROFESOR DE ECONOMÍA Y MIEMBRO DEL EQUIPO TÉCNICO DE FRENADESO.