Salud secuestrada

Los impuestos son los aportes que hace cada ciudadano al Estado para sustentar obras y el funcionamiento del aparato estatal, en lo que a servicios públicos se refiere; creo que mi humilde definición se ajusta a la realidad.

Pocas veces opino o cuestiono cuando hay paros de médicos y docentes, pues he llegado a la conclusión de que al final son luchas para su propio beneficio a merced de lo que la población necesite y poco o nada les interesa lo que los contribuyentes opinen, lo importante es demostrar al gobierno que sea, que ellos tienen peso.

Es un egocentrismo colectivo sobre las necesidades de las mayorías que les pagan sus emolumentos y solicitudes de aumento a cada gobierno.

Desde el gobierno de la señora Mireya Moscoso he visto este problema de falta de especialistas en el interior del país y que la contratación de especialistas extranjeros era necesaria, así que esto no es un capricho del gobierno de turno, que, aclaro no apoyo en su manejo en algunos temas y planteamientos por chabacanerías políticas, pero tengo que reconocer que son eficaces en puntos claves.

La situación de carencia de especialistas radica en dos puntos; el primero es que los gobiernos han trabajado en torno a politiquerías electoreras y no en planificación como Estado y en el cual la salud no escapa, y esto no es por falta de recursos, pues siempre ha habido fondos, a pesar de que tenemos en la salud una hidra de dos cabezas, como el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, que, para mi concepto, debería ser solo una, por reducción de costos y eficiencia en el uso de las infraestructuras.

El segundo punto de inflexión está en la actitud y visión de quienes se están graduando o recién egresados; ¿qué recién graduado o especialista quiere ir al interior? ¿Está en su nivel o ego elitista decir en una conversación que trabaja en un centro de salud de la montaña? Creo que suena mejor decir que está en Carrasquilla o en el Santo Tomás y, por qué no, en las tardes un camaroncito en una clínica de la capital.

Lamentablemente, gobierno tras gobierno han apoyado esta situación, pues en la oposición se apoya el paro por la campaña electoral, pero de ganar luego tienen el mismo problema y es un círculo que no para.

Apoyo que vengan médicos extranjeros, pues la salud es un derecho universal, nadie ni ningún gremio puede estar jugando con la vida de hombres, mujeres, ancianos y recién nacidos, por el simple hecho de querer tener frente un pastel sin poder comérselo, pero prefieren que se dañe. Me atrevo a apostar que en estos días de huelga los que puedan atender en las clínicas privadas lo harán con mucho gusto.

Leí el proyecto y no veo dónde diga privatización, incluso no quedé conforme con lo de los salarios, pues si un extranjero viene a darlo todo y a trabajar o producir, justo es que se le pague por su trabajo.

Espero que la COMENENAL se deje de ser obstáculo y sea parte de la solución en verdad, yo y la población en general estamos cansados de paros que solo afectan a los contribuyentes.

ADMINISTRADOR DE EMPRESAS.