• 15/08/2018 02:01

¿De quién SERÁ EL CANAL?, ¿de los panameños?

‘Me dicen que pierdo el tiempo al pensar que [...] Varela dará algún curso a la misiva enviada. [...], no hay que [...] rendirse'

En mi peregrinar para que en Panamá se hagan las cosas bien y la Ley se aplique a todos por igual, el 25 de julio, envié carta al presidente Varela, solicitándole que, debido al conflicto de intereses que presentaba Alberto Vallarino como miembro de la Junta Directiva de la Autoridad del Canal, debería proceder a su suspensión y separación de ese cargo.

Fui uno de los que, como legislador, en 1994 aprobamos en la Asamblea Legislativa el Título Constitucional que le deba autonomía e independencia administrativa y financiera al Canal de Panamá. Esa inclusión fue hecha para evitar que la política partidista fuera introducida en el manejo de nuestro principal recurso natural. Fallamos, y lo admito, en incluir normas más concretas y precisas sobre quienes deberían integrar la Junta Directiva del Canal, para evitar lo que hemos visto en años recientes, cuando sus integrantes gestionan desde sus cargos negocios donde tienen intereses y no representan a los diferentes sectores de la sociedad y donde un solo dirigente sindical, Luis Anderson (Gobierno de Pérez Balladares) ha estado en su Junta Directiva.

Circuló por redes sociales extenso video de entrevista que el conocido comentarista Juan Carlos Tapia hizo a Vallarino, donde salen a relucir hechos que indican el porqué este no puede estar en la Junta Directiva de la ACP. Por ello, le dije al presidente, copartidario de Vallarino, que, como parte de la entidad nominadora de su nombramiento, junto con el Consejo de Gabinete, procediera a la separación de Vallarino de dicho cargo. Había confesado un evidente conflicto de intereses con el Canal de Panamá.

El amigo Tapia mencionó en tal entrevista que en publicación de la Revista Forbes de México (abril 2, 2015) dice que ‘La logística es otro de los segmentos donde (Vallarino) apuesta su negocio. Allí quiere entrar en actividades relacionadas al transporte. Para ello, adquirió un lote de 60 hectáreas al suroeste de la ciudad, en las áreas revertidas y cerca de lo que será el nuevo puerto del pacífico panameño Corozal'. El Ing. Vallarino, en esa entrevista, le corrige, y dice ‘que la parte suroeste del Canal es hacia Veracruz, donde admite que junto a otros empresarios adquirió de la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos (UABR) del MEF, un lote de 60 hectáreas'.

Como advertimos los abogados: ‘a confesión de parte, relevo de pruebas'. Vallarino admitió sin ambages, mostrando su conocido comportamiento de sentirse por encima de la Ley, tener participación en negocios vinculados a las riberas del Canal, algo que prohíbe la Ley.

Veamos por qué. El Reglamento de Ética y Conducta de la Autoridad del Canal de Panamá señala, en su artículo 1, que contiene los principios de ética y normas de conducta aplicable a los miembros de la Junta Directiva, funcionarios, trabajadores de confianza y trabajadores de la ACP, con objeto de asegurar un comportamiento basado en la honestidad, integridad, imparcialidad y buena conducta en la realización de los fines de la Autoridad. El artículo 2, señala que tales actuaciones deben estar ‘por encima del beneficio privado, lo mismo que evitar cualquier conducta que pueda afectar desfavorablemente los intereses de la Autoridad'.

De acuerdo a la Ley No. 19 de 11 de junio de 1997, por la que se organiza la ACP, se señala que los miembros de la Junta Directiva serán suspendidos y removidos de sus cargos, entre otras razones, ‘por comprobada incapacidad administrativa', lo cual hace Vallarino al mantener negocios e intereses vinculados con el Canal de Panamá. Esperamos que, apegado a la Constitución y a la Ley, el presidente, para variar, actúe en consecuencia, y proceda a suspender y separar de su cargo como miembro de la Junta Directiva al ingeniero ALBERTO VALLARINO.

Me dicen que pierdo el tiempo al pensar que el presidente Varela dará algún curso a la misiva enviada. Sin embargo, no hay que desfallecer ni rendirse. A Varela le quedan pocos meses para que se termine de ir. El país entero piensa que es posible lograr un cambio profundo en 2019 para que se arreglen todos estos entuertos dejados por varios Gobiernos seguidos y que involucran a personas como al ingeniero Vallarino.

La alternativa sería no hacer nada, por aquello de ‘como no harán nada es mejor callar'. Con el dolor en el alma, para algunos, simplemente no me cruzaré de brazos y seguiré en esta especie de cruzada, donde muchos estamos comprometidos, para que las cosas se comiencen a hacer bien en Panamá.

ABOGADO, POLÍTICO Y DIPLOMÁTICO.

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