• 26/02/2015 01:00

Atracción sexual y evolución

Y es que no podía más que ver el tema desde una óptica comparativa de las motivaciones del hombre y la mujer 

Próximamente se discutirá un anteproyecto de ley que busca sancionar a las personas que ofendan a los transeúntes con piropos indecentes. Sabemos que las principales víctimas de estas groserías son las mujeres, por lo que consideramos que en hora buena ha surgido la iniciativa para evitar peores cosas.

El enterarme de aquello, reafirmó mi inquietud de plantear el tema de la atracción sexual como impulso que nos lleva a adoptar determinada conducta. Y es que no podía más que ver el tema desde una óptica comparativa de las motivaciones del hombre y la mujer separadamente con respecto a la natural atracción mutua a efectos de la procreación: ¿cómo se manifiesta en nosotros ese impulso?

Vladas Griskevicius estudio el tema de la lujuria. En un experimento, reunió separadamente a dos grupos de hombres en una oficina para luego pasarlos a otra y que dibujarán lo que les venía en mente. A los primeros participantes los hizo pasar individualmente a la primera oficina completamente solos y a los otros los hizo pasar en compañía de una bella chica con quien tenían una charla amena. Resultó ser que aquellos hombres que estuvieron con la chica resultaron tener los mejores dibujos. Griskevicius también probó, colocando un puesto de venta de lentes clásicos y lentes sofisticados, que los hombres se inclinaban por comprar los lentes sofisticados cuando habían estímulos sexuales marcados en el ambiente. El Dr. Leander Vander Meij, comparó niveles de testosterona en saliva de hombres antes y después de dialogar con una mujer cómplice del experimento, y encontró que los niveles de testosterona posterior al encuentro habían incrementado súbitamente.

De todo lo anterior se concluye que, evolutivamente, el macho humano se activa completamente para ganar a la hembra sacando a relucir lo mejor de sí (lentes sofisticados, mejores dibujos, etc.), en la competencia con otros machos.

También sucede algo parecido con las mujeres. Griskevicius hizo esperar en una sala a un grupo de chicas para un ‘casting’, para luego ser llamadas afuera de la oficina hacia otra locación. En el camino iba a estar otra chica con un montón de bolsas que no podía cargar por sus propias fuerzas. El grupo de mujeres que esperaron solas en la sala y luego vieron a la chica con bolsas, no le prestaron ayuda. Sin embargo, las mujeres que esperaron en la sala con hombres guapos y con buen tema de conversación, sí estuvieron dispuestas a ayudar a la chica con los bolsas.

Evolutivamente, además de que las mujeres tenían que ser más selectivas al escoger a la pareja, por el riesgo de quedarse solas criando a sus hijos, buscaban atraer a los mejores hombres, demostrando que eran serviciales y estaban dispuestas a ayudar, lo que explica la reacción de cooperación a la chica con los bolsas.

En cuanto al amor de pareja, sexo y amor convergen, pero pensar en amor llega a borrar el deseo de tener otra pareja, mas no así cuando solo se piensa en sexo, como se concluye en un experimento de Martie Haselton.

ESTUDIANTE DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS.

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