La ciudad nipona de Hiroshima pidió a la comunidad internacional que alcance un consenso para poner fin a las armas nucleares, en el día en el que se cumple...

Haber sido nombrado embajador del Estado de Israel en Panamá fue una noticia que recibí con mucha alegría junto a mi esposa, ya que las veces que hemos visitado este país quedamos gratamente sorprendidos por todo lo que posee, principalmente por la calidez de su gente.
Al pisar tierra panameña para iniciar mi misión directamente de Jerusalén, la capital eterna y unificada del pueblo judío y del Estado de Israel, he sentido la amistad del pueblo panameño hacia mi persona y hacia mi país, un lugar vibrante, con una historia de más de 3.000 años, la única democracia en Medio Oriente y es reconocido por ser un epicentro de innovación.
Los vínculos entre el Estado de Israel y la República de Panamá están profundamente arraigados en una historia compartida, tejida con solidaridad, cooperación y el compromiso de construir juntos un porvenir de prosperidad y paz. Panamá fue uno de los países en apoyar la resolución de la ONU de 1947 para el establecimiento del Estado de Israel y uno de los primeros países en 1948 en reconocer oficialmente el Estado de Israel.
Los eventos del 7 de octubre de 2023, dejaron una cicatriz profunda en el corazón de la nación israelí. En un solo día, Israel sufrió el ataque más brutal de su historia: un asalto despiadado que cobró la vida de mil doscientos civiles inocentes, incluidos niños, mujeres y ancianos, y en el que doscientos cincuenta y dos ciudadanos fueron secuestrados. El dolor, el duelo y la necesidad de luchar por nuestra seguridad y por nuestro derecho a vivir en paz nos acompañan cada día. Panamá, como amigo cercano, mostró en esos días y en los meses posteriores una solidaridad humana y moral conmovedora, un apoyo incondicional, por el cual estamos profundamente agradecidos. Deseo que los 50 secuestrados israelíes que permanecen en los túneles de Gaza en condiciones inhumanas, sean liberados.
Hoy, 77 años después del establecimiento de nuestras relaciones, nos encontramos ante una oportunidad para fortalecerlas y profundizarlas. Mi misión en Panamá no es solo preservar esta histórica amistad, sino llevarla a nuevas alturas.
Mi compromiso es realizar todos los esfuerzos posibles para estrechar las relaciones entre ambas naciones en distintas áreas. En el ámbito político, desarrollaremos un diálogo constante entre nuestras cancillerías, ampliaremos la cooperación en foros internacionales y reforzaremos la coordinación en asuntos regionales y globales: desde la seguridad marítima hasta la lucha contra amenazas internacionales comunes.
En el aspecto económico-comercial, Panamá es una puerta estratégica hacia América Latina gracias a su ubicación y al Canal de Panamá. Mi intención es atraer empresas israelíes con soluciones innovadoras en agricultura inteligente, gestión del agua, tecnologías de salud, ciberseguridad y logística —campos en los que Israel tiene experiencia comprobada— y que pueden contribuir directamente al desarrollo económico panameño. Todo ello, teniendo como marco de referencia el TLC entre nuestras naciones. Impulsaremos misiones empresariales en ambas direcciones, hubs de innovación y ferias tecnológicas como plataforma para conectar emprendedores e inversionistas de ambos países.
En cuanto a cooperación y desarrollo, Israel ofrece su conocimiento y experiencia en diversos campos: desde la desalinización y gestión de recursos hídricos, pasando por la agricultura sostenible, hasta capacitaciones profesionales en salud y educación. Panamá, como país amigo de Israel en América Latina, ha sido designado prioridad en las distintas iniciativas que promueve la Agencia Israelí de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Mashav). Es así, que continuaremos invitando a profesionales panameños a cursos en Israel, eliminando distancia a través de cursos en línea y desarrollar proyectos conjuntos para fortalecer las capacidades locales.
Así como Panamá es “el corazón del mundo, puente del universo”, considero que las relaciones entre Israel y Panamá pueden ser un puente de conocimiento, valores y cooperación entre regiones, culturas y personas. Juntos, podemos escribir el próximo capítulo en la historia de nuestra amistad: un capítulo de futuro compartido, sin fronteras y lleno de oportunidades.
Panamá, gracias por ser un socio y un amigo invaluable de Israel, con quien nos une el compromiso de construir un futuro próspero y lleno de oportunidades para nuestras naciones.