• 22/12/2022 00:00

Simón Bolívar

La crisis del neoliberalismo nos ha abierto los ojos a un mundo donde la mejor respuesta a corto plazo es el compromiso a la libertad de pensamiento, educación de calidad, justicia y el respeto a la democracia

… A 192 años de la partida hacia la historia del más importante latino americano del siglo XIX, nos enorgullece que en este mismo país que acogió el congreso Anfictiónico de 1826, podamos no solo honrar al mítico líder, sino también para mantener viva la llama de la justicia y la moral que son las enseñanzas más profundas que nos legó el Ideario Bolivariano acuñado en América, y que ha sido un ejemplo para el mundo entero.

Es el momento preciso, para que nuestros jóvenes entiendan el sacrificio de otros jóvenes en las batallas de la independencia de América, que dieron su vida con el compromiso de que sus hijos vivieran en un mundo más equitativo y libre.

La crisis del neoliberalismo nos ha abierto los ojos a un mundo donde la mejor respuesta a corto plazo es el compromiso a la libertad de pensamiento, la educación de calidad, justicia y el respeto a la democracia.

No es para nada cierto que la verdad está arriba y los errores abajo.

Aun después de 192 años, el modelo de Bolívar sigue inspirando el desenvolvimiento social y político, millones de moléculas esparcidas ese diciembre de 1830 a los vientos del Caribe, están inmersas en nuestras poblaciones esperando el momento oportuno de hacer valer su verdad, de hacer de este continente un mejor lugar para legar.

La tarea no es ni será fácil, debemos armarnos de un valor idéntico al de Bolívar cuando cruzó los Andes, de un arrojo sin paralelo para ubicar a nuestros mejores elementos en las posiciones claves, y de tener una estrategia que garantice nuestra victoria, entendiendo la frase del libertador: “Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios”

En su mandato, Bolívar enfrento el terrible flagelo de la corrupción, nada más hiriente para el prócer que estrechar las manos de aquellos que la mordían sin piedad, enfrentó terremotos, atentados, la traición, y nada pudo vencerlo, nada pudo desviarlo de su meta, entendemos luego del paso de los siglos que la auténtica pasión por lo que se hace, nos lleva por la senda del triunfo.

En 1812, pasado un terrible terremoto, Bolívar nos impacta con su célebre frase “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Frase que solo puede nacer de una mente privilegiada, que conocía perfectamente el espíritu humano, que era el verdadero campo de batalla que él quería y había que enfrentar.

No estaba equivocado, el enemigo natural más duro de vencer es y seremos nosotros mismos, quienes al final del día no logramos entender los retos, no analizamos y corregimos nuestros errores, no damos margen al análisis y procrastinamos nuestros objetivos preclaros cambiándolos algunas veces por cánticos de sirenas.

Bolívar desafió en su momento a la potencia más grande de su época, este mismo reto, se repite mucho en el tiempo, siempre tendremos potencias que deseen ansiosos nuestros recursos, nuestras mentes privilegiadas, apalancarse de nuestra pobreza, minar a nuestra juventud, en todos estos casos, volvamos a la enseñanza que nos dejó este magnífico dirigente, quien resueltamente los combatía con dos poderosas armas la dignidad y la verdad.

Hoy no es mi intención hablar de la muerte, prefiero hablarles del Bolívar vivo, que reina en los corazones de los pueblos, que vive en la barcaza del pescador, que es ejemplo del maestro que enseña en las regiones más apartadas de nuestra campiña, que duele en la espalda del campesino que recoge la cosecha, que crece dentro del vientre de nuestras madres Latinoamericanas y en la taza de café del viejo.

Este Bolívar vivo que somos todos nosotros, que procuramos y necesitamos únicamente, una dirección eficaz, una luz, un faro que alumbre el destino de la patria y que nuestro destino manifiesto que es el de convertirnos en la capital del mundo, sea la meta que podamos lograr.

Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana
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