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- 18/12/2008 01:00
El inmortal Simón Bolívar
Ayer se cumplieron 178 años de la infausta muerte del Libertador Simón Bolívar.
Motivo por el cual iniciamos el recuerdo de su gesta con lo expresado por el Dr. Ricardo J. Alfaro, en los términos siguientes: “Todo en él es prodigioso y tiene el sello de lo extraordinario, lo sobrehumano, lo inmortal. Su mirada es relámpago a cuyo fulgor se descubre un alma en tempestad perenne; su palabra es explosión con que se anuncian pujantes mil ideas tumultuosas que bullen en un cerebro de primer orden; su espada es tromba que arrolla y aniquila para dejar libre el campo a las creaciones políticas que esboza su pluma, arrancada de un cóndor andino.
Tiene su Sinaí en la cumbre del Monte Sacro, cuando desde allí, — nuevo Moisés —, anuncia con sublime juramento la libertad de América; tiene su Tabor cuando asciende arrebatado a las crestas níveas del Chimborazo y parece aspirar allí el hálito de la inmortalidad; y tiene su Calvario cuando sucumbe — ahíto de amarguras y desengaños —, en las soledades melancólicas de San Pedro Alejandrino. Pelea contra los hombres y desafía la Naturaleza. Recibe su tierra natal y le confirma a la posteridad el dictado más glorioso que se ha dado a ningún ser humano.
Nace gran señor y lucha por la democracia. Heredero de una fortuna, la gasta en la revolución, y muere casi en la pobreza. El Perú le abre sus cofres para llenarlo de oro y él lo rechaza; los caudillos le ofrecen un trono y él lo desdeña. Derrotado, perseguido, abandonado, cobra siempre nuevos alientos para proseguir su obra emancipadora.
Fugitivo en Jamaica, anuncia con voces proféticas el porvenir de la América Meridional; acorralado y mísero en Casacoima, traza ante sus oficiales estupefactos el cuadro inverosímil de la epopeya libertadora; y enfermo, agotado y con perspectiva militar pavorosa en Pativilca, cuando se le interroga qué piensa hacer, da una respuesta de fuego concentrada en una sola palabra: ¡triunfar!”.
¿Puede un hombre de América hoy, cualesquiera sea el país americano de su origen, arrogarse por sí y ante sí la representación de la causa del Libertador Simón Bolívar en el siglo XXI? Por supuesto que no. ¡No existe americano alguno hoy que pueda compararse con Bolívar, ni lo habrá en el decurso de los siglos!
Al contemplar en conjunto la obra de Simón Bolívar no puede uno menos de sentirse pasmado.
Quince (15) años de continuo batallar consumieron las energías de aquella vida prepotente. Cuatrocientas setenta y dos (472) acciones de guerra libradas por él o por sus tenientes forman la base de su gloria militar. Seis naciones libres constituyen el testimonio de su grandeza y le bendicen y glorifican como su Libertador.
Estrecha para su genio una sola Patria, llevó sus legiones a luchar por otras patrias. El escenario de sus hazañas se mide por centenares de miles de leguas cuadradas, lo que hace decir a Martí que “Bolívar recorrió más tierras con las banderas de la libertad que ningún conquistador con las de la tiranía”.
Semejante al astro—rey en su ascenso hacia el cenit, el genio de Bolívar alumbra la conciencia americana con fulgores cada vez más vivos sobre un horizonte cada vez más dilatado y próspero.
*Secretario de la Sociedad Bolivariana de Panamá, fundada en 1929.socratessiete@gmail.com