Ante la compleja situación social y política que atraviesa nuestro país la Conferencia Episcopal Panameña, el Comité Ecuménico y el Comité Interreligioso,...
- 02/08/2012 02:00
Bolívar y su propuesta de bienestar social
F ue una jornada de compromiso y de conciencia con Latinoamérica y con Panamá. La ocasión del natalicio 229 del Libertador Simón Bolívar, congregó, bajo la bandera de la Sociedad Bolivariana, a un selecto grupo de intelectuales, académicos, políticos, diplomáticos y estudiantes, para escuchar los planteamientos del doctor Alfredo Oranges Bustos, el invitado de honor.
En una intervención dedicada a las nuevas generaciones, el conferencista hizo énfasis en que ‘Bolívar fue un constructor de naciones y su gesta visionaria estaba dirigida a darle la mayor felicidad posible a cada ciudadano’. Su propuesta era un anticipo de lo que se conoce actualmente como bienestar social.
Bolívar colocaba al individuo como elemento fundamental de todo gobierno, al que había que garantizarle la felicidad, la seguridad social y la estabilidad política. Eso obligaba a conciliar diferencias étnicas, culturales, históricas y económicas, estructurando un Estado moderno con equilibrio entre la política y la economía.
La tarea era garantizar amplias libertades individuales e incorporar a la vida política a todos los sectores, sin que la propiedad privada y el capital estuvieran por encima de los intereses de las mayorías ciudadanas. ‘Una democracia política que debe traducirse en democracia social con contenidos de equidad y justicia social orientada a la reivindicación de las mayorías, tanto en el plano material, como en el de la autorrealización personal’, definió Oranges Bustos.
Primero había que consolidar un equilibrio gubernamental, de instituciones fuertes y lograr una cohesión social, para luego colocar al país en el escenario de la competencia mundial.
Bolívar defendía los derechos naturales porque los veía como una defensa de la vida, de la propiedad privada, de la libertad política y económica. Legisló sobre la tenencia de la tierra para devolverla a las comunidades indígenas, lanzó programas de reforestación de un millón de árboles para proteger los suelos y los recursos hídricos. Promovió la conservación del medio ambiente y promulgó leyes mineras que fueron un hito en la concepción estatal del control de los recursos naturales.
En los tiempos actuales, planteó Oranges Bustos, las naciones enfrentan lo que denominó el anarcocapitalismo, como ideología económica y tecnológica, que a través del modelo de la globalización ha alienado el pensamiento y deformado los valores tradicionales de identidad y cultura nacional, imponiendo patrones de consumo, apropiándose de los recursos y despersonalizando la sociedad. En ese sistema no hay ciudadanos sino solamente consumidores.
Las tareas que no se completaron en el siglo pasado, forman parte de la agenda de prioridades actuales. Eso tiene que ver con una educación de excelencia que permita a los panameños tener acceso a la sociedad del conocimiento, y educarse para vivir en democracia, para la paz, para el desarrollo social, para ser ciudadanos y no simples consumidores.
También demanda redefinir el sector de servicios de la economía nacional para hacerla cónsona con los adelantos tecnológicos mundiales y no seguir recibiendo los beneficios puramente marginales; garantizar la seguridad alimentaria protegiendo el medio ambiente y rescatando, como prioridad moral, la entidad nacional que se rehúsa a ver fragmentado el patrimonio nacional.
Oranges Bustos fue categórico. ‘La responsabilidad primaria de todo gobernante es preservar la Nación que se le ha encomendado gobernar con justicia, equidad, prudencia y humildad, orientado hacia la protección de sus riquezas y su uso destinado a alcanzar el sueño de obtener la mayor felicidad posible de sus ciudadanos’, recalcó.
Ante la crisis de legitimidad del gobierno actual, que solo representa los intereses del círculo de poder gobernante, sin proyecto de Nación, Oranges Bustos propuso refundar la República poniendo en práctica el mecanismo constitucional de convocar a una Asamblea Constituyente. Ese ejercicio le daría al país una nueva Carta Magna para modernizar el Estado.
El cierre de su discurso de Oranges Bustos señaló que, en efecto, sí hay un camino de compromisos entre Santa Marta y el Cerro Marta que debe ser asumido en forma amplia por los latinoamericanos y, de manera particular, por los panameños, herederos de Torrijos.
PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.