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- 15/09/2013 02:00
En torno a la memoria de Leopoldo Aragón
En días recientes, un artículo publicado por La Estrella de Panamá, del día 7 de septiembre próximo pasado, ha vuelto a abrir las llagas, que sin restañarse y aún abiertas, nos traen a la memoria el legado que dejara un mártir istmeño, Leopoldo Aragón.
Como trasfondo del artículo, nos permite colegir dos cosas evidentes. La primera, al inmolarse Leopoldo Aragón en la embajada de EE. UU. en Suecia, donde residía en el exilio decretado por la cruenta dictadura militar del extinto general Torrijos, estoicamente lo realizó en protesta contra la traición a la patria que éste perpetró con la firma de los tratados Torrijos – Carter. La segunda, rescatadas sus cenizas, se entregaron para su justo retorno a la patria por la que se inmolaba. En aquel entonces entregadas a Jorge Turner (q.e.p.d.), para cumplimiento fiel de tal cometido, en cambio, yacía todavía sin solución.
Entrañadas las cosas ahora de cara a este año preelectoral, después de 40 años de aquel fatídico empero honorable sacrificio, aguijonea el interrogante siguiente: ¿enrostramos una demanda acaso justificada y fortuita o, por oposición, incitación a la confrontación de fuerzas políticas ante esta gesta patriótica?
Sintomáticamente, frente al escenario replanteado, plasma entonces a lo que sin ambages el partido del orden, CD, echa apuradamente mano: equipamiento millonario de armas para represión popular, campañas sucias, reajuste de la S.C.J, etc.
Encaradas semejantes condicionantes, las coincidencias entretanto ya no incurren fortuitas. Por lo contrario, suman ahora para exacerbar un debate entre fuerzas políticas divididas aherrojadas en dos frentes. Un PRD, cuyo legado empotra la traición a la patria. La otra, aglutinadas fuerzas nacionalistas y otras de reivindicación a la patria, como ahora el FAD. Sucintamente, la apología de una estrategia para confrontación entre disímiles fuerzas concita: ‘divide y vencerás’.
Una oscura maniobra como la esgrimida al traer a la palestra un tema tan controversial por las pugnas que gravitan en su entorno, no otra, solo emponzoña a justos y pecadores. En cambio, mientras escamoteando, no por coincidencias, actúa en beneficio solo de una facción que se esconde tras un nuevo escarnio abierto. En rigor, la única fuerza política que encubierta no aparece en dicho escenario es el partido del orden en el poder, el CD. Para éste, no hay nada que reivindicar a la traición a la patria como heredad del PRD, puesto que es ajeno a su entreguismo.
Menos, pues, reivindicaría la lucha patriótica por la entrega a la patria al gobierno estadunidense, entendido que asimismo subordina de su amigo; por supuesto, no su socio. Para esto, en el istmo yacen empotrados delincuentes, incluso, traídos desde cualquier lugar del orbe: Brasil, México, España, Italia, Rep. Dominicana, cubanos desde Miami, etc., etc.
Las próximas elecciones no inscriben, pues, por volver la página atrás. Reclaman, eso sí, ante todo bregar por nuestro futuro. El CD no es ni una ni otra cosa. Solo entraña cavar más profunda la fosa en que ya ha sepultado al istmo.
*ECONOMISTA.