• 28/05/2021 00:00

El vapeo, el aliado contra el tabaquismo del que Panamá es indiferente

“Las autoridades y la Asamblea Nacional les siguen negando la posibilidad a los más de 200 000 panameños que fuman, a tener mejores opciones frente al cigarrillo tradicional”

Vivimos en constantes cambios y la ciencia no escapa de esta realidad; así lo ha entendido el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, que no solo ha apostado a lo que dice la ciencia, sino al sentido común y a la realidad.

Y es que, en su lucha contra el tabaquismo, la entidad de prestaciones sanitarias públicas del Reino Unido, creada en 1948, está impulsando un proyecto para ayudar a los fumadores británicos a abandonar el hábito de fumar.

Esta entidad de salud, basada en la evidencia científica que hay a disposición en el mundo, está convencida de que las alternativas sin humo, como los cigarrillos electrónicos, son un mecanismo adecuado para ayudar a conseguir que el 44 % de los fumadores británicos deje de fumar y se decante por este tipo de alternativas que, de acuerdo con estudios científicos, es hasta 95 % menos dañina que los cigarrillos tradicionales.

Para lograr su objetivo, el regente británico de la salud pondrá en marcha un ambicioso proyecto que consistirá en el reparto gratuito de cigarrillos electrónicos entre los fumadores, así como asistencia y seguimiento.

Este proyecto, que está avalado por la Universidad de Oxford y la Universidad de East Anglia y con el cual se busca influir de manera positiva en la salud de los más de 67 millones de habitantes, tendrá una duración de dos años y medio, tiempo en que los fumadores que accedan a participar recibirán un “kit de inicio” de vapeo mientras esperan su turno en los Servicios de Urgencias de los hospitales de Norfolk, Londres, Leicester o Edimburgo.

Este kit de inicio contiene un dispositivo electrónico, además de información sobre el servicio de deshabituación tabáquica, así como un estrecho seguimiento de los especialistas designados para conocer la evolución de todos los pacientes involucrados en este proyecto pionero.

Esta iniciativa está basada en lo que ha dicho la ciencia al respecto. Recientemente la reconocida Cochrane Library -colección de bases de datos que contienen diferentes tipos de evidencia independiente de alta calidad para informar la toma de decisiones de atención médica- en un análisis sobre el tema, detalla que los cigarrillos electrónicos con nicotina podrían ayudar a reducir el número de fumadores, en comparación con el uso de la terapia de reemplazo de nicotina, como los parches y chicles con este compuesto.

El estudio también destaca que en el Reino Unido unos 50 mil fumadores al año han abandonado el cigarrillo gracias al vapeo en este país, tal y como apunta el propio Departamento de Salud del Reino Unido.

En Panamá, sin embargo, la realidad es otra. Las autoridades y la Asamblea Nacional les siguen negando la posibilidad a los más de 200 000 panameños que fuman, a tener mejores opciones frente al cigarrillo tradicional.

Desde hace siete meses está en la Asamblea Nacional el anteproyecto de ley 209, que regula el uso, comercialización, publicidad, contenido, calidad y seguridad de los sistemas de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, productos de tabaco calentado y sistemas similares sin nicotina en la República de Panamá, pero los intereses particulares de algunos opositores a industrias particulares, siguen estando por encima de miles de panameños a los cuales se les sigue negando la oportunidad de acceder a alternativas de riesgo reducido como los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado, para dejar de fumar o, en su defecto, reducir los daños a su salud, la de su familia y el resto de la población por el consumo de cigarrillos.

Diferentes organismos de prevención y control de enfermedades lo han advertido, como, por ejemplo, el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que considera que los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina ofrecen una alternativa potencialmente menos dañina para los fumadores adultos individuales que todavía desean tener acceso a la nicotina sin muchos de los efectos nocivos que conlleva la combustión del tabaco.

Dejemos la mezquindad y la falta de voluntad. Abramos un debate basado en la evidencia científica, donde la única prioridad sea respetar el derecho que tienen los ciudadanos a elegir alternativas de riesgo reducido en beneficio de su salud y del resto de la población.

(*) Presidente de la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo.

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