• 02/09/2015 02:00

Visas para cubanos

Las declaraciones del presidente de la República sobre... cambiar el tipo de visa..., auguran que este... absurdo tratamiento hacia los cubanos termine

Isabel es una artista consumada, cuyos paisajes pictóricos recogen escenas de la capital habanera, su hermosa bahía, el morro e imágenes bucólicas que estampan en su colorido la orgullosa campiña con sus palmeras que crecen con formas armoniosas y exhalan el clima caribeño. Esta pintora jubilada guarda en su mente, con mucha convicción, las etapas que debió superar para dominar las técnicas plásticas en la realidad cubana del fin del siglo XX.

Heredé su amistad de un entrañable amigo, quien nunca la conoció físicamente y que en uno de mis viajes, me pidió que le llevara algunos regalos y objetos de uso doméstico. La contacté y fui a su apartamento, ubicado en La Habana Vieja. Al poco tiempo de conocerla, murió quien me había puesto en contacto con ella y me sentí con la obligación de conservar cercana a esa extraordinaria mujer y a su único hijo.

A quien llegara o llamara a su casa, le decía ‘aquí está mi hermano de Panamá'. Y así me ha hecho conocer entre sus vecinos, amigos y colegas las veces que he estado en esa ciudad en los últimos años. Su casa, en un hermoso edificio art deco de los años cuarenta ha sido mi ‘estación de navegante' en esa isla.

Como forma de ser recíproco en la desinteresada hospitalidad de que me ha hecho beneficiario, decidí invitarla hace algunos meses para que visitara Panamá y pudiera ponerse en contacto con las manifestaciones del arte local. Ahora como adulta mayor, tiene el tiempo para apreciar las expresiones pictóricas desde otro punto de vista más tranquilo.

Para viajar al país, había que tramitarle una visa como cubano y allí empezaron las complicaciones. Los nacionales de esa nación requieren para entrar a Panamá un tipo de autorización denominada ‘visa restringida'. En el continente, además de esta isla caribeña, solo Haití y Surinam requieren dicha clase de documento.

Hace algunos años, se había negado el visado al hijo. Esta vez empezamos a hacer el trámite con desconfianza y me constituí en responsable de su visita al país. La documentación ingresó al consulado panameño en La Habana el 21 de abril de 2015 con todos los requisitos solicitados; entre otros, copias legalizadas de mis recibos de teléfono, luz, declaraciones bancarias, cédula, seguro social y un cheque de gerencia por 500 balboas.

Al indagar sobre el avance, varias semanas después en el Servicio Nacional de Migración, dijeron que estaba completamente detenido, porque el consulado en La Habana no había mandado fotocopia del pasaporte. La interesada había pagado en su totalidad los derechos, casi 200 balboas y entregado toda la documentación, incluso la certificación bancaria que declaraba una cuenta de varios miles de dólares.

Hice esfuerzos para explicar sobre el carácter turístico del viaje tanto a funcionarios de Migración como al propio secretario del Consejo de Seguridad, ente donde se analizan y se toma la decisión final. En tres oportunidades escribí al funcionario y la respuesta en la última ocasión por su parte, fue ‘estamos tramitando su solicitud'.

Casi cuatro meses después de entregar los requisitos, el consulado llamó a la interesada para informarle que se había negado la visa. Fue una desagradable sorpresa el resultado de los procedimientos seguidos de conformidad con las disposiciones vigentes. Los cubanos que entran por Puerto Obaldía tienen paso expedito y sin ningún contratiempo utilizan el territorio para seguir hacia Estados Unidos.

Las declaraciones del presidente de la República sobre la intención de cambiar el tipo de visa por la estampada, auguran que este desigual, discriminatorio y absurdo tratamiento hacia los cubanos termine y permita que Panamá recupere su sentido de hospitalidad hacia esos vecinos, afines en la cultura y con sobradas muestras históricas de una amistad que debe preservarse.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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