• 08/05/2025 01:00

Visión de un humanista ante la problemática nacional

Al pasar revista a las memorias de este hermoso istmo nos detiene a pensar cada lágrima por inverosímil, pero letal al ojo del usurpador. Son lágrimas que esconden el sentir de estos patriotas, al que las bombas o el caos por las medidas coercitivas, no merman su bandera antiyanquista

Al filo del mañana se enaltece la labor de las letras con el sentimiento de una afrenta patria o de una causa social tachada de anticonstitucional. Pasar revista a las memorias de este hermoso istmo nos detiene a pensar cada lágrima por inverosímil, pero letal al ojo del usurpador. Son lágrimas que esconden el sentir de estos patriotas, al que las bombas o el caos por las medidas coercitivas no merman su bandera antiyanquista.

En lo alto de la cordillera los abocardos a la lucha del cholo Victoriano Lorenzo se transforman en esa vibra positiva del panameño del barrio. Ese que no conoce los altos salarios ni mucho menos comodidad. Ese que reclama seguridad social, como en otrora los estadistas visionarios ya perfilaban a la urbe. Estos sinsabores los vive el humanista. Es rutinario hoy la comodidad del celular o la computadora. Símbolos de un mundo complejo donde las botas de caucho son hoy los tenis de Michael Jordan. Ese mundo del pasado, en una calabaza hueca, pero llena de sorpresas; se perfila con sudor y gloria a la eternidad como pro-mundi beneficio.

En La Concepción, al norte de Veraguas, durante la colonia el explotar el oro llevó a una prosperidad a este pueblo. Recomienda el humanista ante este paralelismo de la seguridad social y la crisis de la mina, actuar con transparencia para ganar la confianza del pueblo. Ser humildes, no copiar viejas prácticas ante los medios y saber administrar los dineros de la mina y de la Caja de Seguro Social que deben ser la prioridad. Qué ante la pregunta ¿Dónde están los dineros producto de la extracción en la mina y de los programas de seguridad social?, siempre existe una actitud cortés y una respuesta con base en un documento legal.

Hoy se debe recordar la autonomía universitaria como ese espacio adecuado de la resistencia con el debate de ideas. Quizás es el momento de preguntarnos ¿la falta de tolerancia y la corrupción del sistema democrático son la señal de dos realidades distintas, creadas por el control del poder y que arrastra a una gran mayoría? La lucha antiyanqui solo debe recordar actuar con una sola bandera no con mundos fragmentados ni con otras líneas de pensamiento que no sean las de ser auténticos soberanos en nuestro territorio. No quiere pensar nuestro humanista que los ataques a la Universidad de Panamá por parte del Estado panameño no son solo parte de una agenda, que quiere cegar a generaciones futuras de esas luchas anticolonialistas, sino que responden a llamadas de personas de Estados Unidos.

*El autor es docente
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