• 22/06/2017 02:03

La visita de Varela a Washington

Pensando en las elecciones de 2020, Trump quiere mantener ese estado de su lado.

La reunión entre los presidentes Juan Carlos Varela y Donald Trump, de Panamá y EE.UU., respectivamente, resultó ser más que todo protocolar. No se preparó un comunicado que planteara alguna posición nueva que cambiara la relación entre los dos países. Panamá continuará administrando el Canal de Panamá en el marco de los Tratados Torrijos-Carter (1977), el Gobierno panameño continuará comprando a EE.UU. armamentos y entrenamiento militar para el Servicio Nacional de Fronteras y el Servicio Nacional Aeronaval, creados para la llamada ‘guerra contra las drogas', y el Gobierno continuará colaborando en los planes de ‘seguridad' hemisférica de EE.UU.

Es en torno a estos dos últimos puntos que giran las especulaciones que se hacían en torno a la visita de Varela a la Casa Blanca. Por un lado, el posible interés del Gobierno de Trump de tener bases militares en el istmo. Por el otro, el interés de Washington en que Panamá se entusiasme más en la ‘operación pinzas' contra Venezuela. También se especulaba que a EE.UU. le interesaba asumir un papel en la administración de la vía interoceánica, reducir el comercio entre Panamá y Cuba (de paso con Venezuela también) e intervenir en el caso del expresidente Martinelli que espera su extradición en Miami. Estas suposiciones parece que eran meras especulaciones, sin fundamento.

En sus primeros 30 meses en la Presidencia, Varela cooperó con el entonces presidente Obama para abrir canales de comunicación con Cuba. En la Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de Panamá, se efectuó la histórica reunión entre el presidente Raúl Castro y Obama. La Zona Libre de Colón también ha servido para promover el comercio entre los dos países enemistados desde hace más de medio siglo. La decisión de Trump de ‘engavetar' los avances de Washington en sus relaciones con Cuba parece que pone fin a cualquier papel que pudiera jugar Panamá en ese conflicto.

Obama representaba la facción ‘globalizante' del ‘establishment' norteamericano que buscaba acabar con el bloqueo que asfixia la economía cubana, pero al mismo tiempo no le permite a sus exportadores aprovechar el mercado cubano. Trump tiene otra visión de las relaciones cubano-norteamericanas: Los votos electorales de Florida. Pensando en las elecciones de 2020, Trump quiere mantener ese estado de su lado.

El Gobierno panameño no llevó una propuesta a la mesa que se sirvió en la Casa Blanca. Más bien, Varela utilizó la reunión como muestra de su capacidad de moverse en los círculos más importantes a escala global. Espera que su viaje eleve su aprecio popular en las encuestas locales. Antes de fin de año también se trasladará a China Popular, país con el cual acaba de establecer relaciones diplomáticas. EE.UU. y China son los dos usuarios más importantes del Canal de Panamá, producto de un intenso intercambio comercial marítimo.

El Gobierno norteamericano señaló que en las conversaciones entre ambos mandatarios surgió el tema de Venezuela. Durante el Gobierno de Obama, Washington declaró a Venezuela ‘un peligro para la seguridad nacional' de EE.UU. Trump mantuvo esa posición. Sin embargo, la Casa Blanca se ha mostrado menos militante en su campaña por derrocar el Gobierno bolivariano que preside Nicolás Maduro. En cambio, el presidente Varela, quien era un defensor de la búsqueda del diálogo entre Gobierno y oposición en Venezuela, en el reciente cónclave de la OEA se cuadró con los ‘duros' que exigían un pronunciamiento radical en contra del Gobierno de Maduro.

La posición de Panamá frente a la ofensiva de la OEA contra Venezuela es consecuencia de algún tipo de arreglo con EE.UU. antes de la visita de Varela a Washington. Ambos presidentes anunciaron que en el transcurso de lo que queda del año se realizará en la capital panameña una reunión regional que trate los problemas de seguridad con la asistencia del vicepresidente de EE.UU., Pence. En el anuncio solo se abordan problemas de EE.UU. En primer lugar, el movimiento migratorio de los países del Triángulo Norte de Centroamérica hacia EE.UU. También se mencionó la política de control del tráfico de drogas desde Colombia hacia el mercado norteamericano.

En los planes de Washington no aparecen las necesidades de los países de la región, comenzando por Panamá. Trump ha sido lo suficientemente hábil para convertir los intereses de EE.UU. en los problemas de los países del Caribe y del resto de la región. Varela no presentó la agenda panameña. ¿Será que el Gobierno no tiene?

*PROFESOR DE SOCIOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ E INVESTIGADOR ASOCIADO DEL CELA.

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