Una deuda que supera los $70 millones reclaman a las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), los productores de arroz de la región...
- 16/02/2013 01:00
Objetivos del Milenio vs el tiempo
H ace años atrás, en una cotidiana conferencia de países del mundo, principalmente gobernantes y jefes de Estados, se percataron una vez más, de los problemas sociales que en mayor o menor escala se daban en todas las regiones que suelen ellos representar (aunque la mayoría de las veces No Nos Representan).
Frente a bochornosos escenarios de pobreza extrema, hambre, incremento de enfermedades prevenibles, muertes prematuras en niños, destrucción del medio ambiente, escasez de recursos vitales como el agua, alimentos, las viviendas; inequidad del género; guerras, y un acceso elitista a la educación, etc. en un aparente sentido de ‘mea culpa’, se impusieron a través de la ‘Declaración del Milenio’ la tarea de cumplir con los ya conocidos ocho Objetivos del Milenio, cuyo plazo vence en el 2015.
A lo largo de esa difícil pendiente que es el tiempo, se evaluaban logros y fracasos, que hasta ese momento se habían podido alcanzar, esperando con una nueva ilusión más ese 2015.
Los resultados eran variables. En unos países se hacían significativos avances. En otros había ‘detentes’ y en otros el progreso, si existía, era ‘tortugoso’. Algunos estaban en el punto de partida o en retroceso.
La excusa principal de los fracasos (era ya conocida por personas que como yo alcanzamos más de 65 años y que habíamos escuchado sobre otros macroproyectos de alcance mundial): las crisis económicas.
A ello se adicionaba el desdén de los gobiernos, la corrupción, la impunidad, etc., que en conjunto limitaban decisiones políticas y presupuestos para alcanzar los famosos objetivos. Sin dejar de mencionar las debilidades existentes en otros sectores igualmente comprometidos como el privado.
Estamos ya a dos añitos. Han transcurrido 13 desde ese 2000.
En nuestro Panamá, la ONU y el Gabinete Social han sido y son los responsables de hacernos saber a qué velocidad andamos.
En la página web de ONU-Panamá observé que ya se han publicitado tres informes. El último data del 2009. Un esfuerzo colectivo de diferentes instituciones y ciudadanos que alcanza más de 150 páginas. Me parece bastante objetivo. Ayudan mucho sus conclusiones en el análisis de cada objetivo.
Si hay alguno más reciente, reconozco no lo pude encontrar en dicha página. Busqué en otras páginas de entidades responsables de este esfuerzo y no lo logré. Bueno... si existe, debe ser un informe del 2012, tres años posteriores al último. Al final de 2009 al 2015 quedaban seis años para avanzar, estancarse o retroceder.
En la lectura de ese informe de 2009 se mencionan objetivos con dificultades para lograrse. Algunos relacionados a salud, agua potable, enfermedades como el HIV, protección del medio ambiente, biodiversidad, etc. Otros avanzados en materia de igualdad de género, reducción de pobreza y áreas de educación. Pero al final, con cifras de desigualdades, sobre todo en áreas históricamente marginadas, como las de nuestras etnias indígenas y zonas rurales o urbanas en otras provincias de Panamá.
En lo personal, sí creo que hay avances en algunos objetivos, pero de manera extremadamente lenta. Es preocupante que un país con un crecimiento económico en ascenso desde hace al menos 10 años no hayan podido mantener mejor velocidad en esos logros.
Las causas son idénticas a otros países. Políticas gubernamentales fraccionadas en materia social, leyes ‘muertas’, que aspiraban a coadyuvar al alcance de dichas metas y objetivos. Se adicionan los denunciados despilfarros, corruptela, impunidad, etc. tanto en estamentos públicos y privados.
Cuando me desplazo por diferentes áreas del país y observo aún grandes marginaciones de todo tipo, y muy a pesar de los anémicos esfuerzos, concluyó: queda mucho por hacer.
En Panamá se adiciona ahora un agravante. Ya estamos en los años ‘politiqueros’ pre-electorales, donde esos esfuerzos comenzarán a frenarse y el 2015... llegó. No es de extrañar que estos organismos, como es a veces costumbre, pidan una prorroga más allá del 2015 o construyan un nuevo macroproyecto distractor para nuestros depauperados pueblos y justificador de burocracia. ¿Sera el 2050?
Final reflexión sobre el octavo objetivo —‘Fomentar una asociación mundial para el desarrollo’—. En el actual escenario de economías y finanzas mundiales en crisis, por cuyas verdaderas causas se premia a sus autores y se castiga a los pueblos, además de las políticas proteccionistas visibles y ocultas, etc. es mejor que le den prórroga o lo declaren alcanzable en... el infinito.
Faltan dos años... a esperar.
En general se puede decir que los avances de Panamá ha sido diversos. Hay objetivos fundamentales por lograr.
MÉDICO INTERNISTA.