• 20/09/2023 00:00

El XL aniversario de la presidencia panameña de las Naciones Unidas

La elección del Dr. Illueca a la presidencia de la organización más importante de la humanidad, fue recibida con beneplácito [...]

Hoy, hace 40 años, el 20 de septiembre de 1983, fue elegido el Dr. Jorge E. Illueca, Presidente de la XXXVIII Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en representación de la República de Panamá.

La elección del Dr. Illueca a la presidencia de la organización más importante de la humanidad, fue recibida con beneplácito por una mayoría abrumadora de los Estados miembros integrada por estadistas de los Grupos Regionales de África, de la América Latina, del Asia y del Grupo Regional de Europa y otros Estados, que incluye a los Estados Unidos de América.

Es de justicia registrar que el ejercicio de la presidencia de la Asamblea General de la Organización Mundial por un ciudadano panameño, es una ejecutoria que no debe ni puede sustraerse de la historia de las realizaciones memorables logradas durante los primeros 120 años de vida republicana.

No debemos olvidar, que por la posición de Panamá de apoyar el pleno reconocimiento de la soberanía argentina sobre el archipiélago de las Islas Malvinas, esgrimida por el Canciller Illueca en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en abril y mayo de 1982, así como en la Vigésima Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, el Reino Unido y sus aliados, votaron en contra de su elección a la más alta magistratura de la organización mundial.

Podría decirse que así lo interpretaba, el siempre bien recordado Joaquín Beleño, quien en su columna “Temas Áridos” del diario “La Hora” expresaba los siguientes conceptos: “La comunidad consciente de Panamá no puede ignorar la labor de primerísima clase de Jorge Illueca; y que merced a esta jornada diplomática, Panamá fue cabeza del mundo; fue respetada; y convertida en líder por los pequeños bloques de países; que en los altos círculos se considera a Panamá y sus diplomáticos como una potencia en inteligencia, sagacidad, capacidad; en fin, el nombre de Panamá ha brillado refulgentemente por encima de la leyenda negra que heredamos junta con el nombre de 'Panamá' que tan vilipendiado ha sido en todas las mesas de café del mundo”.

Con la visión de identidad de Panamá descrita por Beleño, al asumir la presidencia de la Organización Mundial, en el discurso inaugural, el Dr. Jorge E. Illueca expresó: “Estimo que mi elección constituye un triunfo de la política internacional seguida por mi país en los últimos tres lustros, que fue diseñada por el General Omar Torrijos Herrera cuando encabezaba la recia y dilatada lucha de mi patria por la reivindicación de sus derechos inalienables, luego reconocidos en los Tratados Torrijos – Carter, que son los Tratados del Canal de Panamá de 1977”.

Al dirigirse a Jorge Illueca como presidente de la Asamblea General, el Canciller Alberto Zambrano Velasco de la Patria del Libertador dijo: “No es para mí una simple formalidad expresarle la satisfacción de mi país y mi complacencia personal por su elección. Esto no se debe solamente a que usted sea un latinoamericano, ni a que su país, por sobrados títulos, le corresponda esa distinción, ni a que usted haya demostrado en todas sus actuaciones una competencia y una vocación de servicio que garantizan la acertada conducción de nuestros trabajos. Más allá de todas esas pertinentes consideraciones, para nosotros tiene una significación muy especial que un panameño presida la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año en que se conmemora el Bicentenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar”.

El Dr. Jorge E. Illueca fue presidente de la República en el año de 1984, presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en los años 1958, 1959, 1976 y 1981. Anteriormente, fue ministro de Relaciones Exteriores y vicepresidente de Panamá.

Durante la gesta de enero de 1964, el Dr. Illueca a la sazón presidente del Colegio Nacional de Abogados, fue elegido presidente del Congreso de la Soberanía Nacional que tuvo lugar en la Universidad de Panamá. En abril de ese año, al restablecerse las relaciones diplomáticas, el presidente Roberto F. Chiari designó al Dr. Illueca embajador especial ante los Estados Unidos para iniciar las negociaciones de los nuevos Tratados del Canal de Panamá.

Desde 1972 intervino por designación del jefe de Gobierno, Omar Torrijos Herrera, en las negociaciones aludidas en Washington. Pocos días antes de concluir su mandato presidencial, el 1 de octubre de 1984, clausuró la Escuela de Las Américas que funcionaba en el Fuerte Gulick, en contra de los deseos de los altos mandos de las Fuerzas de Defensa.

El Doctor Illueca al presidir la ceremonia de izada de la Bandera Panameña en Fuerte Gulick y la antigua “Escuela de las Américas”, y de la cual estuvo ausente el General Noriega, Comandante de las Fuerzas de Defensa, declaró: “La cesación del funcionamiento de la Escuela de las Américas resguarda a nuestro país de imputaciones infundadas sobre la tolerancia del uso de su territorio para la preparación de contingentes destinados a intervenir en acciones bélicas y políticas en terceros países que suscita amargas controversias en la esfera mundial, con la amenaza de utilizar la fuerza como medio de resolver militarmente las divergencias y controversias entre países hermanos de la región”.

En el norte y en el sur del hemisferio no cesarán de producirse reacciones encontradas frente a los nobles pronunciamientos de Jorge Illueca sobre el destino de los pueblos y acerca de su adhesión al significado de la solidaridad de las Américas, que mantienen su vigencia y que persistirán como un reto a la conciencia de los estadistas del continente.

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