El Movimiento al Socialismo (MAS) dejará de gobernar Bolivia después de casi 20 años, ya que en las elecciones generales de este domingo los candidatos...

La disposición de los residuos no es un tema glamoroso, pero sí vital para la salud y el ornato de nuestras comunidades. Es además un negocio de cientos de millones de dólares. En San Miguelito, una licitación de 315 millones de dólares ha despertado el interés de compañías y la atención de un distrito harto de los pataconcitos. En Azuero, la mala condición de los vertederos llevó al Ministerio de Ambiente a aplicar sanciones y acciones legales, y se ha terminado proponiendo la construcción de un vertedero regional administrado por una empresa privada. Y en la Ciudad de Panamá, el presidente de la República, José Raúl Mulino ha instruido a su secretario de Metas a que le ponga el ojo a Cerro Patacón y se comprometió a poner un fin a “la vagabundería que allí se está patrocinando”, llamándolo un coto privado de algunos diputados. Es evidente la necesidad de implementar estrategias integrales y realizar las inversiones necesarias para garantizar la disposición correcta de los residuos. Pero con tantos millones de dólares en juego, también se deben garantizar procesos transparentes, sin espacio para la corrupción. Tampoco podemos descuidar el rol como ciudadanía de cuidar nuestras comunidades, pagar las cuotas y disponer correctamente de los desechos. Necesitamos aseo en nuestras calles, en nuestras finanzas y en nuestras conciencias.