Con motivo de la Cita Eucarística 2025, el arzobispo de Panamá, monseñor Ulloa, expresó un mensaje contundente y reflexivo frente a la situación crítica...
- 15/01/2023 00:00
Ser bueno, ser “juega vivo”
El juega vivo es una forma de corrupción que ha tomado mucha fuerza en el país. Se trata de una persona que aprovecha las oportunidades para sacar ventaja donde esté. Es oportunista sin remordimientos. Sin embargo, el ser juega vivo más que un desvalor, muchos lo ven como una virtud, porque se trata de alguien que sin escrúpulos y sin miedo, tima y engaña para obtener algún beneficio. Lo triste es que la sociedad les está dando su espacio y éstos juega vivo se convierten en funcionarios y políticos que gobiernan. Ganan elecciones usando la miseria humana, aprovechando las necesidades de la gente. El juega vivo es como una planta parásita que en los pueblos denominan “matapalo”, porque literalmente termina así. Y es que muriendo, es como terminan las sociedades con estos parásitos humanos. Y es la razón fundamental para cambiar y en lugar de tener más juega vivos, tengamos más gente buena. Una persona buena está cimentada en valores cívicos y morales, que sabe que llegar tarde al trabajo afecta el buen rendimiento de una empresa, que sabe que no debe llevarse el papel higiénico de la oficina o suplir a sus hijos para la escuela de plumas, lápices, papelería, etc, a costa de la empresa en la que trabaja. Sabe que se tiene que ser solidario con los vecinos y con la comunidad. Que no debe aceptar regalos malhabidos… Se necesita un cambio de la propia sociedad, para que tengamos más personas buenas y no tantos parásitos. ¡Así de simple!