Bancos nacionales sólidos, pero los internacionales registran menos utilidades en abril

Al cierre de abril de 2025, el Sistema Bancario Nacional (SBN) registró utilidades netas acumuladas por $815,6 millones, lo que representa un leve incremento de 0,4 %, es decir, $3,5 millones frente a los $812,1 millones obtenidos en el mismo período de 2024. Sin embargo, el Centro Bancario Internacional (CBI) acumuló utilidades por $915,4 millones, lo que representó una contracción interanual de 14,6%, que se visualizó en $156,5 millones frente al resultado de $1.071,9 millones registrado en el mismo período.

Los datos que se desprenden del Informe de Actividad Bancaria de abril 2025 de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) explicó que el comportamiento modesto del SBN refleja un entorno operativo con presiones mixtas sobre márgenes, compensadas por una gestión contenida de costos y provisiones ajustadas al riesgo.

El ingreso por intereses ascendió a $2.684,5 millones, con un crecimiento de 3,2 % respecto al año anterior. Este aumento estuvo impulsado principalmente por la expansión de 4,8 % en los ingresos por préstamos ($2.101,0 millones) y de 5,8% en ingresos por inversiones ($382,5 millones), en contraste con una caída de 15,3 % en los ingresos por depósitos ($189,1 millones), reflejando un entorno de fondeo más costoso o menor rentabilidad sobre liquidez excedente.

Los egresos de operaciones aumentaron 9,2 %, situándose en $1.710,6 millones, debido al incremento de 7,5 % en intereses pagados ($1.557,3 millones) y un crecimiento de 29,9 % en comisiones asociadas a pasivos ($153,4 millones), lo cual presionó el ingreso neto por intereses, que cayó 5,9 % interanual, ubicándose en $973,9 millones. Esta métrica es clave para monitorear la evolución del margen financiero ante condiciones de mercado volátiles.

En el componente de otros ingresos, el SBN se registró un aumento de 5,8 % hasta $981,2 millones. Este comportamiento respondió al sólido crecimiento de las comisiones por servicios (14,3 %, lo que representa unos $450,3 millones), operaciones con divisas (48,2%, es decir, $6,8 millones) y dividendos (10,3 %, es decir, $277,3 millones). No obstante, se observó una caída de 11,1 % en otros ingresos ($246,8 millones), un rubro que puede estar expuesto a volatilidad o ingresos no recurrentes.

El ingreso de operaciones se mantuvo estable, al cerrar en $1.955,0 millones (0,4 %). Por su parte, los egresos generales mostraron una variación marginal de 0,2 %, totalizando $976,6 millones. Dentro de estos, destacaron aumentos en gastos generales (10,6 %) y administrativos (3,7 %), mientras que los otros gastos cayeron significativamente (25,9 %), lo cual podría reflejar ahorros no estructurales o reclasificaciones contables.

La utilidad antes de provisiones del SBN fue de $978,4 millones (1,0 %). Pero las provisiones para cuentas malas se redujeron 7,7 %, hasta $162,8 millones, producto de la mejora en los pagos atrasados, lo cual permitió sostener una utilidad neta estable pese a la presión sobre los márgenes. Esta evolución debe ser observada cuidadosamente para asegurar que los niveles de cobertura se mantengan adecuados ante potenciales deterioros.

Internacional

Para el caso de la CBI, su disminución, según el SBP, se reflejó en una combinación de presiones sobre el margen financiero, aumento en los costos operativos y menor contribución de ingresos no recurrentes.

El ingreso por intereses alcanzó los $2.962,3 millones (2,5 % interanual), impulsado principalmente por el crecimiento de 4,8 % en los ingresos por préstamos ($2.272,3 millones) y 5,6 % en el portafolio de inversiones ($433,2 millones).

En el informe de la SBP, también se destaca la caída de 18,1 % en los ingresos derivados de depósitos ($233,2 millones), así como retrocesos en arrendamientos (20,8 %) y otros conceptos. El encarecimiento del fondeo elevó los egresos por intereses a $1.713,3 millones (6,9 %), mientras que las comisiones asociadas al fondeo crecieron 28,0 %, hasta $162,4 millones, presionando los ingresos netos de intereses, que se redujeron 6,3 % hasta $1.086,6 millones.

Los otros ingresos totalizaron $1.130,7 millones (0,7 % interanual), con un comportamiento mixto. Mientras que las comisiones por servicios aumentaron 13,0 % ($469,9 millones) y las operaciones con divisas se expandieron 38,3 % ($7,8 millones).

En cuanto a los ingresos por dividendos se contrajeron significativamente (28,2 %) hasta $281,2 millones, restando tracción al componente no financiero. La categoría de otros ingresos mostró una expansión de 14,4 % ($371,9 millones), aunque su comportamiento podría estar sujeto a mayor volatilidad.

El ingreso operativo del CBI neto se redujo 3,5 % hasta $2.217,3 millones, mientras que los egresos generales aumentaron 7,2 %, totalizando $1.126,5 millones.

En particular, se observaron incrementos en gastos generales (10,7 %) y otros gastos (11,2 %), lo que refleja mayores costos operativos estructurales.

La utilidad antes de provisiones fue de $1.090,8 millones (12,6 %), y las provisiones para cuentas malas se mantuvieron prácticamente constantes en $175,5 millones. Esto resultó en una utilidad neta final de $915,4 millones, consolidando una disminución de 14,6 % interanual.

De acuerdo con el SBP, la capacidad del CBI para sostener márgenes saludables dependerá de la eficiencia operativa, la contención del gasto estructural y la diversificación de fuentes de ingresos más allá del margen de intermediación.

Mencionó que la gestión prudente del riesgo de crédito, en línea con el enfoque de pérdida esperada de las NIIF, así como una evaluación permanente de sensibilidad al costo de fondeo, serán elementos clave para preservar la rentabilidad en un entorno financiero con tasas reales elevadas.

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