Queremos un cambio

En la calle todos lo comentan: ¡el ambiente está enrarecido! Y es que el revolcón que sufre la sociedad, en lugar de beneficiar al país, lo que hace es sumergirlo en un pesimismo asfixiante. El gobierno debe dar un golpe de timón y cambiar esa percepción. En Bocas del Toro hubo una equivocación y el nacimiento la Ley 30 —a pesar de sus cacareadas bondades— es similar al de un bebé producto de una violación. Sí, así de crudo es. Y vuelven a equivocarse quienes nos dirigen, ahora con la reapertura del caso CEMIS. Los panameños deseamos que se investigue a profundidad y que los involucrados en este escándalo de corrupción sean sometidos al imperio de la Ley. El problema es que esa investigación, como se hace, no va a llegar a la verdad, porque está viciada con un cariz político. En pocas palabras, va a producir el efecto contrario y los investigados se transformarán en víctimas. Es hora de dar un giro y concentrarse en gobernar. Ese es el cambio que deseamos.