• 05/02/2010 01:00

La Corte Suprema que tenemos

IRÓNICO, PERO CIERTO. Si se completa el círculo con la separación y luego destitución de la procuradora Ana Matilde Gómez, será la propi...

IRÓNICO, PERO CIERTO. Si se completa el círculo con la separación y luego destitución de la procuradora Ana Matilde Gómez, será la propia Corte Suprema de Justicia actual, la que siente un precedente nefasto. Y lo irónico es que se le aplicaría una norma desfavorable de forma retroactiva, cuando es harto conocido que la retroactividad es válida siempre y cuando favorezca al reo. La ironía va más allá: Es la propia Corte la que da cabida a una separación, que irónicamente deja ver que coimear, ser corrupto y sin escrúpulos debe ser aceptado como una conducta normal en un funcionario de alta jerarquía del Ministerio Público. Independientemente si la procuradora Gómez deba ser juzgada por X o Y motivo, hay que dejar por sentado que el proceso por el que la han separado es el menos indicado para hacerlo. Es burdo e injusto y eso deben tenerlo bien claro los que hoy son los francotiradores de esta acción.

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