¡Arrancó la fiesta!

Toda la gente del planeta, sin importar edad,credo, condición social, color de piel o raza etc., celebra con suma euforia el inicio de la Copa Mundial de Fútbol, que por primera vez tiene como sede un país africano. Es increíble cómo, por el espacio de tiempo que dura el evento mundialista, los pueblos dejan a un lado los diarios problemas que agobian a la humanidad. Los panameños, aunque no participamos directamente en la mencionada cita mundialista, no escapamos de la euforia que reina en todos los rincones de la Tierra. Ojalá el susodicho encuentro de razas no tuviera un intervalo de cuatro años, para que todos nos uniéramos y viviéramos en la deseada paz. Sólo nos queda trabajar unidos y con dedicación para ver ondeando nuestra enseña tricolor en el próximo torneo universal. Eso debemos aspirar a lograr todos los panameños.