La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...

Las protestas contra la Ley 462 que reforma la Caja de Seguro Social, y el memorándum con Estados Unidos, continúan sin un camino de salida a la vista, con posiciones intransigentes y sin opciones al diálogo que solo retrasan lo inevitable, la urgente necesidad de establecer una mesa en la que se pueda salir de este ‘impasse’ que ya tiene consecuencias económicas para el país. Para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), las coyunturas de crisis social se convierten en una pesadilla de la que les tomará mucho tiempo salir. A diferencia de las grandes corporaciones que pueden sortear las pérdidas, tanto por su poderío económico como por sus conexiones políticas con el poder, las Mipymes dependen de la voluntad pura de quienes emprenden en solitario en el sector privado. Ese sector de clase media es uno de los que más está sufriendo con los paros y cierres de calles. Tomando en cuenta que las Mipymes representan más del 90 % del parque empresarial nacional y, por tanto, un espacio para la generación de empleos, urge buscar una propuesta de solución que permita devolver la paz social. Estas semanas han demostrado que la retórica de la confrontación no va resolver la crisis, al contrario, solo la agravará más. Es momento de que el Gobierno llame a un diálogo nacional real y que los sectores en protesta levanten la huelga. Esta crisis es un problemá político y debe solucionarse políticamente, velando por los mejores intereses del pueblo panameño.